Crean fundación para preservar legado de Tin Tan

A 44 años de la muerte de Germán Valdés, Tin Tan, sus hijos decidieron que ya es tiempo de crear una fundación que preserve y difunda el legado del cómico, que incluye más de un centenar de películas cuyos derechos se reparten la familia, televisoras privadas del país y un canal de Estados Unidos.

“Ya era hora de que tuviéramos una asociación civil, legal, que centralizara todo el material de Tin Tan, no solamente el fílmico; como familia tenemos un gran archivo documental y fotográfico, maletas completas, y mucha memorabilia, objetos personales, todo lo que nos dejó para poder seguir promoviendo su legado”, comenta en entrevista Rosalía Valdés Julián, presidenta de la fundación Germán Valdés, Tin Tan e hija del cómico y de su última esposa (1956-1973), Rosalía Julián.

La primogénita del protagonista de El Rey de Barrio y Calabacitas tiernas, dos clásicos de la comedia mexicana, descarta algún conflicto legal en torno a la fundación, como ha ocurrido con las familias de otras celebridades, entre ellas las de las pintoras Remedios Varo y Leonora Carrington, o el cómico Mario Moreno, Cantinflas, al aclarar que ella y su hermano Carlos son los únicos herederos de Tin Tan.

“Somos propietarios de la marca Tin Tan, de su imagen y de su nombre”, precisa la ex cantante.

La fundación tendrá su sede en Cuernavaca, Morelos, pero los hermanos Valdés prevén el préstamo de material para exposiciones en México y el extranjero, como la que se montó en la Cineteca Nacional en en 2016, ¿Actuamos como caballeros o como lo que somos? El humor en el cine mexicano, que incluyó entre sus figuras centrales a Tin Tan y que el próximo año se presentará en el Centro Cultural Tijuana.

Rosalía Valdés Julián adelanta que la fundación ya no tendrá que pedir permiso a nadie para proyectar las películas de Tin Tan en albergues, escuelas, hospitales y que además el plan es convertir algunas en historietas, como El Rey del Barrio, El Ceniciento, El Revoltoso o El hombre inquieto.

Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo nació el 19 de septiembre de 1915 (sí, un 19-S) en lo que actualmente es el hotel Cortés, en la esquina de avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, en el centro histórico de la Ciudad de México. Sin embargo, muy joven se mudó a Ciudad Juárez, Chihuahua, cuya cultura fronteriza le inspiró el personaje marginal que lo hizo inmortal: el pachuco.

Hace dos años se conmemoró su centenario de nacimiento y una década atrás el cineasta Manuel Márquez realizó el excelente documental Ni muy muy, ni tan tan… Simplemente Tin Tan, que a través de escenas de sus 106 películas y una treintena entrevistas muestra el gran legado del actor y cantante. El documental cierra con una bellísima secuencia de todos los besos que Germán Valdés propinó a las mujeres más bellas de su época, como Silvia Pinal, Rosita Quintana, Rebeca Iturbide o Lilia del Valle.

Valdés Julián reiteró la necesidad de la fundación tras recordar que otras iniciativas en el país no se han concretado, como el centro cultural dedicado a su padre en Ciudad Juárez, encabezado por Viviana Márquez Corral, cuya apertura se anunció desde agosto de 2016 y hasta la fecha no ha sido inaugurado. “Yo ya envié material al museo y todavía no se ha podido inaugurar”, lamenta.

Sobre los derechos del más de un centenar de películas de su padre, señaló que ella y su hermano Carlos sólo son dueños de algunos de los filmes menos importantes. “Televisa posee los de unas 20 películas, pero Tin Tan hizo 106. ¿Dónde están los derechos de las otras? Pues unos fueron comprados por un archivo en EU que se llama Cine Nostalgia; otro archivo importante está en TvAzteca, que lo tiene como racionado, porque no se han puesto de acuerdo con los productores”, expuso en entrevista.

“A través de todos estos años, mi hermano y yo hemos visto un rebotadero en torno a las películas de mi papá; los dueños (de los derechos de las cintas), los productores se las arrebatan. Nosotros, como no tenemos, por decirlo así, problemas, nada más vemos que se las venden, se las compran, se las prestan… Ahora, con esta fundación, podremos comunicarnos sobre todo con las generaciones nuevas, a nivel educativo, de capacitación sobre los temas de las películas y las vamos a proyectar”, adelanta.

Añade que tardaron dos años en concretar la fundación como asociación civil para poder ser reconocida legalmente como donataria y que funcionará justamente gracias a las donaciones. Este lunes 30 se presenta la fundación en Cineteca Nacional y en noviembre próximo tendrá un evento en el Centro.

Entre sus objetivos, adelanta Valdés, la fundación busca también acercar a las nuevas generaciones a la obra de Tin Tan, a través de talleres, eventos artísticos, ciclos de cine y una suerte de centro de estudios cinematográficos de su obra. Además, se buscará instruir a los jóvenes en el arte de la comedia.

“La fundación Germán Valdés Tin Tan todavía está en proceso, apenas la vamos a presentar este lunes 30 de octubre en la Cineteca Nacional. Cuando ya agarre camino podrá estacionar todos estos objetivos. Las mejores películas de Tin Tan son un modus educativo para las universidades de cine y actorales. Queremos que los jóvenes aprendan a sacar sus propios talentos en la comedia. La comedia ahorita está en muy mal estado, no sólo porque se limita al comediante, se le deja como un estereotipo televisivo, sino también por la situación anímica del país. Necesitamos ánimos. Tin Tan propuso muchas cosas y ahora las tenemos que trabajar”, expresó la hija del cómico, considerado por Carlos Monsiváis “el primer ciudadano mexicano del siglo XXI”, por su lenguaje mezcla de inglés y español.

Valdés Julián destaca la vigencia de las películas de su padre, en particular por el auge que ha cobrado en las dos últimas décadas el problema de la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, y recuerda como han influido particularmente en grupos de música y cantantes como Cafe Tacuva y Juan Gabriel, como también se muestra en el documental de Márquez Ni muy muy, ni tan tan… Simplemente Tin Tan.