UNAM refuerza seguridad luego de ataque de porros y protestas

Ciudad Universitaria, ubicada en el sur de la capital mexicana, reforzó la seguridad interna y remodeló las Bases de Seguridad en las que operan los vigilantes de cada uno de los circuitos académicos.

Zonas estratégicas como la caseta más cercana a Copilco y la Facultad de Odontología, la número tres, han sido pintadas nuevamente y cerca de la base varias patrullas de vigilancia dan sus rondas y recorren cada uno de los caminos que cruzan los interiores del principal campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Además fueron renovados los vehículos. Asimismo casetas en las que casi no se veían vigilantes antes, como la que corresponde a la zona del Museo Universitario de Ciencias y Artes (MUCA), ahora se encuentran bien resguardadas.

Zonas que eran críticas para la universidad por sus altas tasas de inseguridad, como el corredor de la Facultad de Contaduría y Administración Pública, ya se encuentran enrejadas y con una patrulla que la recorre. El 23 de febrero dos hombres fueron asesinados por un pleito de narcomenudistas en dicho corredor.

Otra de las áreas utilizadas para la venta de droga eran las masas de árboles de las Islas que están al lado de la Facultad de Derecho y la Facultad de Filosofía y Letras. Ahí durante la tarde pasó una caravana de patrullas. También una pequeña tienda con un vigilante está cerca de las escalinatas que llevan a la Biblioteca Central, en dirección a la Torre de Rectoría.

Esta zona parece contener la mayor cantidad de seguridad, ya que tanto por el lado del Estadio como por el de la Torre dos de Humanidades ingresaron cerca de 60 “porros” que lesionaron a 14 estudiantes, dos de ellos de gravedad, el 3 de septiembre.

En el circuito que recorre la Facultad de Odontología hasta Filosofía y Letras, varias patrullas permanecen en vigilancia. Solo algunos de sus elementos descansan en los asientos y ven su celular mientras pasan las horas.