Así asesinaba el Matanovias

En YouTube se difundió un video a mediados de 2017 donde se hacía una compilación de material de feminicidas difundido en redes sociales. Uno era el de El Matanovias, quien presumía por Facebook que se había vuelto “famoso” luego de que encontraran los cuerpos de sus dos víctimas y lo relacionaran con los homicidios. En la red social primero rechazó todo, el 2 de enero de este año subió a su perfil una aclaración donde negaba que él fuera un asesino serial.

“Está circulando una publicación muy atroz sobre mí en la que se me está incriminando de homicidio. Como la mayoría de mis amigos sabe hace algunos años mi pareja decidió terminar con su vida”

Su novia, Campira Carmorlinga Alanís, fue grabada en las últimas horas del año 2016, cerca de su departamento, y se grabó al novio horas después saliendo del lugar con las cosas de la víctima. Dos años antes, Yang Kyung Jun Borrego moría de estrangulamiento también, septiembre 21 de 2014. El forense dio una descripción sencilla: la chica había muerto colgada en la colonia Doctores. Campira y ella encabezaban dos picos de violencia de género que iniciaban y terminaban con Jorge Humberto Martínez Cortés, “El Matanovias”.

A varios meses, casi un aniversario de la muerte de Campira después de la fiesta de Año Nuevo, la Interpol atrapó a Martínez Cortés este 24 de octubre de 2017. Al igual de con Javier Duarte y en sus tiempos Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, el feminicida fue atrapado en Guatemala, en lo que parece un refugio de los prófugos mexicanos.

La Interpol actuó. Sin embargo, la policía de la Ciudad de México no, pues, según la familia de Campira, unos meses atrás ésta exigió que se realizara el análisis forense del cuerpo de su hija. Al final, como en otros casos de feminicidio, la familia pagó al abogado y al experto que analizó el cuerpo. En un principio la autopsia había arrojado suicidio. Pronto esa hipótesis se volvió inverosímil y el caso se activó de nuevo, con los padres de la chica detrás, esperando a que el caso no quedara impune. Al igual que Victoria Salas, la novia del prófugo skater Mario Sáenz, la víctima del Matanovias había muerto en Coyoacán.

Jorge Humberto ya había estado en prisión y tenía antecedentes penales. Estuvo encarcelado por robo, en el Reclusorio Norte. Lo sentenciaron a cuatro años de prisión, pero salió antes.

El hermano de Campira lo recuerda. Y recuerda también el día en que su hermana fue encontrada muerta. La policía señaló que la llave del gas se encontraba abierta. Sin embargo, había sangre, golpes y la deformación parcial de la cara de su familiar.

El asesino cortaba el cabello de sus víctimas. “Se lo cortó y se lo llevó. No dejó rastros de cabello”, dijo el hermano de la víctima a medios en su momento.

El caso, antes de que el feminicida fuera capturado, siguió vivo en el entorno de los familiares y amigos que en redes sociales exigieron justicia.

Cuando la Interpol lo capturó, dio una descripción de su modus operandi. Así las historias suenan más sencillas, cuando se muestra que hay un sistema: Martínez Cortés tejía una relación con las chicas. Después de dos semanas de vivir juntos, las mataba y buscaba formas de hacerlo ver como un suicidio. Abría llaves de gas o amarraba objetos a los cuellos, con el fin de librarse de persecución. Y al final, casi lo logró.