Busca Canadá frenar flujos migratorios

Finalmente, las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han influido en el gobierno de Canadá, a cargo del liberal Justin Trudeau. Ambas naciones se encuentran en negociaciones con un objetivo común: detener los flujos migratorios.

De acuerdo con información de la Agencia Reuters, desde septiembre de 2017, el gobierno canadiense presionó al gobierno de Estados Unidos para modificar el acuerdo del “Tercer País Seguro”, el cual es clave para entender la situación que vive Canadá.

Desde hace 15 meses aproximadamente, la administración de Trudeau ha tenido que lidiar con los movimientos migratorios: más de 26 mil personas habrían cruzado la frontera a pie buscando refugio en el país vecino del norte de Estados Unidos.

Ante este panorama, el sistema de inmigración se saturó así como también lo están los servicios de integración. Ergo, las autoridades duplican esfuerzos para procesar la gran cantidad de solicitudes. Hasta este momento, el gobierno del magnate neoyorquino no ha rechazado la solicitud del gobierno de Canadá; sin embargo, afirma la agencia noticiosa, no ha brindado una respuesta rápida.

Las acciones de la actual administración canadiense pretenden parar el tránsito de migrantes que cruzan la frontera a pie intentando conseguir asilo. En el acuerdo se encuentra estipulado que las autoridades canadienses pueden negar la entrada a las personas que solicitan asilo desde Estados Unidos.

No obstante, el acuerdo es inválido para las personas que ingresan al país de manera irregular; es decir, atravesando la frontera a pie. En el marco jurídico del acuerdo, hay una laguna legal que permite al refugiado solicitar asilo en el primer país donde se asienta y es bajo esta ambigüedad jurídica que entran miles de migrantes a Canadá.

Por lo que la nación Canadá pretende que haya una modificación al Acuerdo de Tercer País Seguro, firmado en 2004, así como también implementar el visado estadunidense para entrar a Canadá a pie. Al modificar el tratado internacional, el gobierno canadiense permitirá detener y regresar a los migrantes a Estados Unidos o a su país de origen.

Asimismo, la administración de Trudeau habría pedido al gobierno de Trump que sea más estricto al otorgar visas de turistas a los nigerianos, puesto que este grupo de africanos usa este mecanismo para entrar a pie por un cruce no oficial en Canadá.

En este mismo sentido, no sólo los nigerianos han causado»problemas» a Canadá, pues los grupos de centroamericanos  también representan un problema. Por consiguiente, la administración del primer ministro canadiense pretende cancelar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para las comunidades latinas.

«Lo que hace el gobierno canadiense es ir a informar a territorio estadunidense que la gente que se le cancele el TPS no se venga a Canadá diciéndoles que el programa de refugio aquí no es una alternativa para ellos», destacó Francisco Rico, codirector del centro de apoyo a refugiados (FCJ) en Toronto.

El codirector del centro de apoyo a refugiados recalcó que 50 mil hondureños se verán afectados con la suspensión del TPS; así como también 200 mil salvadoreños que en septiembre del año entrante se quedarán sin el estatus.

Las cifras de migrantes que cruzan hacia ese país van en aumento. En abril, dos mil 500 peticionarios de refugio cruzaron a pie de Estados Unidos a Quebec, por lo que el promedio de personas que solicitan asilo pasó de 50 a 83 diarios, dieron a conocer los Ministros de Migración, Transporte y Seguridad Pública canadienses.