Cámara de Diputados aprueba reforma para que salario mínimo nunca se actualice por debajo de la inflación

La Cámara de Diputados aprobó de manera unánime la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al artículo 123 constitucional para que el salario mínimo nunca se actualice por debajo de la inflación. El dictamen fue avalado en lo general y lo particular con 478 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones

Al inicio de la sesión, el diputado Pedro Miguel Haces Barba, de Morena, expresó que la iniciativa enviada por AMLO tiene por objeto mejorar las condiciones laborales de las personas trabajadoras mexicanas a través de salarios dignos. Señaló que esta a su vez culmina el giro en la política salarial que fomentó el actual gobierno, misma que promovió el alza del ingreso mínimo a trabajadores, pasando de 88.36 pesos diarios en 2018 a 248.23 pesos diarios en el 2024.

Asimismo, explicó que el dictamen que se discutiría establecía dos puntos principales: 1) que la fijación anual de los salarios mínimos generales o profesionales, o la revisión de los mismos, nunca estén por debajo de la inflación observada durante el periodo de su vigencia; y 2) que los maestros de nivel básico de tiempo completo, policías, guardias nacionales , integrantes de las Fuerzas Armadas, así como médicos y enfermeros, perciban un salario mensual que no podrá ser inferior al salario promedio registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Tras él, el emecista Gustavo Adolfo de Hoyos adelantó que Movimiento Ciudadano votaría a favor, pero señaló que esta reforma es el fin del ciclo que propiciaron empresarios al abogar en 2017 por una “nueva cultura salarial”. Dijo que en 2018, cuando él era el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), se entrevistó con López Obrador como candidato a la presidencia y este se comprometió a adoptar una política que recuperara el salario mínimo y llevarlo a una línea de bienestar personal hasta 2024.

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“Así como se cierra un ciclo tenemos en esta Cámara que generar nuevas condiciones para que la mayoría de las y los trabajadores no tengan como aspiración el salario mínimo. Esto debe ser una garantía constitucional para que ninguna persona que trabaja 40 horas a la semana padezca pobreza […] El objetivo real al que tenemos que aspirar, con políticas públicas adecuadas […] [es tener empresas]que puedan ofrecer salarios contractuales que vayan mucho más allá de la garantía constitucional”, dijo.

Desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI), la diputada Graciela Ortiz González informó que la bancada tricolor reafirmaría su convicción de que el bienestar económico y social de la población es una prioridad ineludible que no puede esperar más. No obstante, señaló que el gobierno deberá buscar el control de la inflación para que el salario mínimo sea verdaderamente un instrumento de protección social; asimismo, sugirió ajustar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) para que los beneficiados por esta política no queden expuestos a mayores cargas fiscales y esto menoscabe el aumento que tengan.

Más tarde, Reginaldo Sandoval Flores, diputado del Partido del Trabajo (PT), expuso que el gobierno de AMLO logró aumentar el salario mínimo 110% en términos reales, en contraste a los gobiernos del régimen neoliberal, aunque reconoció un leve aumento en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Además, opinó que hace falta que este pago siga subiendo hasta permitir la adquisición de dos y medio canastas básicas.

Asimismo, llamó a los empresarios a no asustarse y mejor apoyar a potenciar los trabajos e invertir en la innovación tecnológica. En tanto, consideró que la caída del salario mínimo real fue consecuencia también de que en México existe un sindicalismo «muy corporativo» y afirmó que no hay una «fuerza sindical de la 4T» que reivindique la clase social de los trabajadores en México.

Desde el PAN, la diputada Martha Amalia Moya Bastón mencionó que el salario mínimo es una herramienta «de las más debatidas» porque no solo implica desafíos a trabajadores sino que, si no se analiza profundamente antes de modificarlo, puede tener implicaciones en a economía nacional, el desarrollo, la competitividad y, por ende, el bienestar. «El aumento del salario mínimo no es la panacea, se requiere hacer muchos más esfuerzos para generar estos empleos que sean mejor remunerados», sumó.

Por su parte, la también panista Verónica Pérez Herrera señaló que el aumento al salario mínimo, que tengan que cubrir las empresas, termine siendo trasladado a los precios de bienes y servicios, afectando los bolsillos de las familias mexicanas. Asimismo, mencionó que las empresas, ante la presión de estos costos, podrían también reducir sus plantillas laborales o contratar personal menos calificado.