El Vaticano avala «bendiciones» a parejas del mismo sexo, pero no el matrimonio

El Vaticano avaló finalmente las bendiciones a las parejas homosexuales por parte de sacerdotes de la iglesia católica al ampliar la comprensión de las mismas. Sin embargo, esto no implica la aceptación de la posibilidad de que dichas relaciones puedan ser consideradas como matrimonios desde la organización eclesiástica que encabeza el papa Francisco.

El Vaticano dio a conocer que el papa Francisco firmó la Declaración Fiducia supplicans con una «innovadora» interpretación del significado pastoral de las bendiciones, lo cual permite ampliar su comprensión a las «parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo». En el documento se señala que existen bendiciones rituales o litúrgicas, pero también otras espontáneas como las dadas en peregrinaciones o fieles encontrando a los clérigos en la calle.

“En estos casos, se imparte una bendición que no sólo tiene un valor ascendente, sino que es también la invocación de una bendición descendente del mismo Dios sobre aquellos que, reconociéndose desamparados y necesitados de su ayuda, no pretenden la legitimidad de su propio status, sino que ruegan que todo lo que hay de verdadero, bueno y humanamente válido en sus vidas y relaciones, sea investido, santificado y elevado por la presencia del Espíritu Santo”, argumentó.

La declaración sostiene que la petición de una bendición expresa y alimenta la apertura a la trascendencia, la piedad y la cercanía a Dios, de modo que es una especie de «semilla» del Espíritu Santo que no debe ser obstaculizada. Por eso mismo, las autoridades eclesiásticas apuntaron la necesidad de que los ministros se eduquen para realizar espontáneamente bendiciones fuera de «el Bendicional».

Sin embargo, se aclara que el gesto es solamente un medio eficaz para hacer crecer la confianza en Dios en las personas que la piden, por lo que no debe convertirse en un acto litúrgico o semilitúrgico, semejante a un sacramento. “Esto constituiría un grave empobrecimiento, porque sometería un gesto de gran valor en la piedad popular a un control excesivo, que privaría a los ministros de libertad y espontaneidad en el acompañamiento de la vida de las personas”, apunta el documento.

Ante ello, establece que, para evitar cualquier forma de confusión o escándalo, la bendición sea solicitada por una pareja en situación «irregular» o del mismo sexo, la bendición no se realizará al mismo tiempo que ritos civiles de unión. Asimismo, señala que no serán dadas con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio.