Polemiza Benanti ética de la Inteligencia Artificial: “puede ser una herramienta o un arma”

El sacerdote italiano Paolo Benanti, especialista en ética, bioética y ética de las tecnologías, visitó Ciudad de México este miércoles para exponer algunos de los componentes éticos que se discuten alrededor de la implementación de la Inteligencia Artificial. Entre estas platicó sobre la aplicación de estas nuevas herramientas tecnológicas desde los espacios laborales hasta la política.

Presente en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México, Paolo Benanti impartió la conferencia ‘Casos prácticos en la aplicación de la IA’, donde mencionó que uno de los problemas éticos actuales en la Inteligencia Artificial pasa por el hecho de que las máquinas buscan trabajar mínimamente. Como ejemplo, mencionó que una de estas herramientas fue cuestionada sobre cómo eliminar el cáncer y la respuesta fue eliminar a todos los seres humanos.

Este consideró que también existe un problema en medio del proceso de uso de la Inteligencia Artificial pese a que se piensa que existe la capacidad de controlarlo todo. Sobre ello, abordó brevemente diciendo que si a esta se le da una orden y la máquina contesta diciendo que no acatará tal disposición, entonces ya no se tiene control sobre la misma.

El clérigo romano nacido en 1973 opinó que el uso de esta tecnología también requiere de preguntarse qué tantos datos se le pueden compartir, dado que el poder de la máquina es el de la predicción. En un sentido similar, expuso que con inteligencia artificial los oftalmólogos podrían tomar fotografías de los ojos de pacientes en zonas rurales y enviarlas a otros colegas para su revisión; sin embargo, consideró que también se podría hacer mal uso con tales imágenes.

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Benanti reflexionó que el desarrollo tecnológico busca crear nuevas herramientas que pueden hacer tareas más rápido y cambiar las formas en las que hacemos todas las cosas. Según este, esto mismo lleva a que se planteen preguntas filosóficas sobre cómo deben ser aplicados estos nuevos conocimientos, pues lo visto ahora se puede equiparar al momento del descubrimiento del manejo de la electricidad y el cuestionamiento de si esta debía tener un precio bajo para hacer feliz a la gente y darle una mejor calidad de vida.

En un plano más humano, el sacerdote italiano dijo que los problemas éticos de la Inteligencia Artificial versan también sobre la automatización de los trabajos para generar ahorros para los inversores. Al respecto, instó a preguntarse cuáles serán los tipos de trabajos que predominarán en el futuro, dado que varias empresas e instituciones están sustituyendo a sus empleados por tecnología

Finalmente, este fue cuestionado sobre el uso de la Inteligencia Artificial en la política, a lo cual indicó que crea la necesidad de preguntarse los problemas que atraería ante la ley para domesticar tal herramienta en el entorno democrático.