‘Un mundo raro’, un cortometraje crudo y luminoso

El mundo de los cortometrajes cada vez está más distante del espectador debido a que, de manera lamentable, se cree que son producciones hechas por aficionados que nada saben de cine, y por tanto es muy común que nadie los exhiba, o lo que es peor, si se proyectan sólo un reducido número de espectadores acude a verlos.

Pero Un Mundo Raro, de la escritora y directora Eugenia Llaguno, es un ejemplo de que quienes piensan así se equivocan pues ha sido seleccionado para participar en 16 festivales de cine internacionales, entre los que destacan el Festival Internacional de Cine de Moscú, el Festival de Cine Latino en Los Ángeles, California, y el Festival de Cine en Florencia, Italia, además de haber obtenido el Premio a la Mejor Actriz (Frida Sérbulo) en el Toronto International Women Film Festival.

Asimismo, el cortometraje y su directora fueron premiados hace tan sólo unos días con la Diosa de Plata; con lo que se suma a varios otros reconocimientos que Eugenia Llaguno ha recibido en años recientes, como el Premio al Mejor Cortometraje en el Marbella International Film Fest, en 2015, por Plato para dos, o el Premio al Mejor Cortometraje Compasivo en el Impact Short Film Festival, en 2022, por Suéteres.

El cortometraje y su directora fueron premiados hace tan sólo unos días con la Diosa de Plata. Foto: Especial

Eugenia es un talento evidente, pero también una de las directoras mexicanas cuyo nombre está siendo reconocido internacionalmente. Cuenta con una sólida formación profesional en la Facultad de Cine y también se ha preparado como actriz; ambas carreras le han permitido tener una visión más amplia al momento de filmar y desarrollar una historia.

En todos sus trabajos busca conmover, y lo logra. Ha podido crear un estilo propio; se podría decir que su sello es el amor a la vida y su apuesta a la belleza intrínseca del ser humano.

Te puede interesar: Rod Stewart: una velada con el eterno joven de 78 años

Aunque Un Mundo Raro es una historia cruda, muy fuerte, al límite, hay una luz de compasión e incluso ternura en sus personajes… el amor es extraño y esta trama escrita y dirigida por Eugenia, nos lo muestra de una manera inusitada. Se trata de la visión de una directora joven, con ojos limpios pero abiertos a profundizar en el alma de quienes nos podríamos topar en una cantina, en un callejón de esta ciudad, en un motel, en un cuarto humilde, en una noche de desesperanza.

Un Mundo raro es una historia que bien podría ocurrir en el barrio de La Merced o en muchos lugares similares. Su protagonista es Amira, una trabajadora sexual de una zona marginal de la Ciudad de México, quien después de una noche difícil, decide terminar su jornada en una cantina.

En este sitio, donde convergen los tequilas y las canciones nostálgicas, conoce a un hombre taciturno y solitario que desea acabar con su vida, esa noche está decidido a convertirse en un suicida.

Eugenia Llaguno crea un estilo propio; se podría decir que su sello es el amor a la vida y su apuesta a la belleza intrínseca del ser humano. Foto: Especial

Al verlo a los ojos, Amira se identifica con él, se descubre en su mirada y se enamora al intentar salvarlo de su fatal destino. Dos almas atormentadas, con muchos vacíos, se encuentran en este mundo raro, donde a pesar del dolor, la soledad y las cargas psicológicas de cada uno, es posible que surja algo luminoso…

Un Mundo Raro no sólo es la historia de una prostituta y un suicida, es la conexión de dos almas a través de la mirada de una cineasta sensible y profunda, que ve más allá de la superficie… y sin duda, un orgullo para nuestro país.

Por la calidad de su trabajo, José Alfredo Jiménez Medel y Luis Alfredo Jiménez, hijo y nieto del gran compositor e intérprete José Alfredo Jiménez, aceptaron participar en esta historia de la que ya se comienza a hablar de ella en varios países.

Además de los herederos de José Alfredo, Un Mundo Raro, cuenta con las actuaciones de Frida Sérbulo, Alejandro Briones y Leonardo Albarrán y está producido por Libélula Motion, S.A. de C.V.