Independencia del Poder Judicial, pilar de la democracia: Norma Lucía Piña

Desde Querétaro y ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña, sostuvo que “la independencia del Poder Judicial es un pilar de la democracia” y de la aplicación de la Constitución para preservarla.

Durante la ceremonia por el 106 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, la presidenta del Poder Judicial dijo que los integrantes de éste tienen “la responsabilidad de preservarla y fortalecerla” o de lo contrario, afirmó, se “corre el riesgo de mermar esta garantía en detrimento de las propias personas que demandan justicia”.

Por lo que señaló que “la independencia judicial no es privilegio de los jueces, es el principio de garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad de los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad del Poder Judicial siempre en beneficio de la sociedad”.

Norma Piña destacó que la Constitución es “un manto protector de certeza, de certeza, confianza y seguridad y sobre todo de unión de los mexicanos”, pues obliga a todas las autoridades a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad de universalidad.

En ese sentido, dijo que la Constitución es el pacto federal que permite superar las diferencias y estar de acuerdo en lo fundamental, porque es el centro de gravedad al estar plasmados en ella los derechos y libertades y al recaer también en ella la organización y fortalecimiento de la República por lo que “nuestro compromiso con México es cumplirla y velar por su cumplimiento”.

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Al llamar a acabar con encuentros estériles, la ministra presidenta llamó a los poderes a trabajar “hombro con hombro” aprovechando que la Constitución les permite superar las diferencias y estar de acuerdo en lo fundamental “para llegar a ser el México que debemos ser”, todo ello, dijo, se debe cumplir y velar por su cumplimiento”.

Por otro lado, subrayó que el actuar de la Suprema Corte de Justicia de la Nación está apegada al Derecho para evitar arbitrariedades porque los juzgadores “estamos siempre sujetos al imperio de la ley, pero nuestra función no se limita a una aplicación formal”, porque advirtió que por mandato constitucional se les exige interpretar la ley para la impartición de justicia, pero siempre atendiendo a los principios inmersos en las normas para así decidir un caso concreto.

“Esta importantísima labor la realizamos como seres sociales insertos en una cultura política con diversos perfiles éticos que se proyectan inevitablemente en nuestra labor. La libertad entre los que impartimos justicia no solo es inevitable, sino que es deseable”, señaló la ministra al tiempo que admitió que es “sano y necesario” ponderar la actividad de los jueces en virtud de las resoluciones que emiten, pero nunca perder de vista la independencia judicial de éstos y de todo el Poder Judicial.

Asimismo, Norma Piña se congratuló en ser la primera mujer en presidir el máximo tribunal de justicia del país, logro que dijo “no es personal” sino “un indicativo de avance social”, un motivo más, dijo, para trabajar por que el Poder Judicial se traduzca en una reducción de brechas de género y en una sociedad más justa e igualitaria.