Destitución de Pedro Castillo en Perú fue un “golpe blando”: AMLO

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) consideró que la destitución de Pedro Castillo como presidente de Perú fue resultado de un “golpe blando”. En tanto, insistió en que nuevamente la lección de este episodio de la historia latinoamericana es que se debe gobernar con el pueblo.

Desde Palacio Nacional, AMLO declaró que lamenta mucho lo que sucedió con Pedro Castillo en Perú porque desde que ganó legal y legítimamente fue víctima de acoso y de confrontación, dado que no lo aceptaron sus adversarios, especialmente las élites económicas. Este contó que en una plática personal le reveló que era discriminado al caminar por Lima, pues algunos se tapan la nariz al verlo pasar; asimismo, acusó que fue debilitado hasta lograr destituirlo.

“Es importante recoger la lección, porque eso se está aplicando en distintas partes, son golpes blandos. Ya no es la intervención militar, ya es ir con el control de medios de información, que los manejan los oligarcas de los países, e ir socavando autoridades legal y legítimamente constituidas, más si se trata de gente surgida del pueblo”, pronunció el mandatario nacional.

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López Obrador indicó que esta estrategia consta del uso de medios de comunicación para magnificar los errores que sí cometen los presidentes e implementar campañas de desprestigio. Asimismo, criticó que estas empresas de información sean utilizadas para manipular y justificar actos contrarios a la democracia.

AMLO opinó que el “golpe blando” en Perú no es un hecho aislado, pues fue lo mismo que acaba de pasar en Argentina, al condenar a seis años de prisión a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner , y antes ocurrió en Brasil, cuando Dilma Rousseff fue destituida como presidenta en 2016. Por eso, mencionó que otra lección es que se debe gobernar en el pueblo y no confiar en los supuestos líderes de opinión o de la “clase política” porque hay mucha falsedad.

Finalmente, el presidente de la República sostuvo que los gobernantes deben estar con el pueblo por dos razones. La primera, dijo, es por humanismo, porque gobernar es atender a todos pero fundamentalmente a los más necesitados. En segundo lugar, mencionó que el pueblo no es mal agradecido sino que es leal, de modo que si se voltea a ver al pueblo, se respeta y se ayuda, se contará siempre con una base social para sostener a un gobierno que busca cambios y transformación.