¿Quién es Antoni Gutiérrez-Rubí, nuevo asesor de Sheinbaum?

Las estrategias políticas que han sacado de crisis a hombres y mujeres en gobierno y que han llevado a la presidencia a otros, han salido del imaginario y visión del consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, recién fichado ahora por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en lo que sería el comienzo de las definiciones de campaña para quedarse con la candidatura de Morena rumbo a la sucesión presidencial de 2024.

Hace apenas unas horas, la morenista gobernante de la ciudad más poblada de México confirmó la integración del nacido en Barcelona, España, en 1960, y fundador, en 1985, de la compañía de asesoría pública en comunicación ‘Ideograma’ con sede en su ciudad natal, a su equipo de comunicación, pero “únicamente” como asesor en los temas digitales, precisó. Aunque la llegada del especialista en comunicación política sugiere más bien un delineamiento en la ruta que seguirá en sus aspiraciones inmediatas.

Pese a que no hace distinción entre políticos de una ideología u otra, Antoni, como lo llama Sheinbaum Pardo, es a quien se le atribuye el más reciente triunfo de la izquierda en Latinoamérica, la de Colombia de la mano del exguerrillero y alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego.

El español fue el artífice del diseño de la campaña de la segunda vuelta en el país cafetalero que permitió que el también exsenador tuviera un incremento en las preferencias electorales luego de que al término de la primera vuelta su ventaja se había acortado peligrosamente con la subida del populista Rodolfo Hernández. Gutiérrez-Rubí convenció a Petro de que debía tener una campaña más cercana a la gente de a pie, en la que debía ser parte de esas personas y mostrar su lado más familiar. Además de dejar que la prensa evidenciara el lado misógino de su opositor mientras él se mantenía callado para dar más difusión a la caída del rival.

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Pero no solamente en Colombia colaboró en el triunfo de Petro, la presencia de Antoni es aún más patente en Argentina —su firma tiene presencia en toda América Latina—, ahí, sus principales clientes han sido los peronistas, desde la postulación a la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner en 2007, pasando por la asesoría al actual ministro de Economía, Sergio Massa, hasta el control de la crisis tras la pandemia de Covid-19 que le valió un golpe en las elecciones intermedias al actual presidente Alberto Fernández.

El siempre discreto Gutiérrez-Rubí, que más bien siempre prefiere estar en las sombras para que sus clientes sean quienes tomen la atención, y bajo la premisa de “no hablo de mis clientes”, también fue el artífice de la campaña de Fernández que lo llevó a la presidencia de Argentina en 2019, y con quién el año pasado regresaron las conversaciones semanales, según medios de ese país, para acordar la campaña “Sí”, con la que mejoraron la imagen del gobierno del izquierdista tras una presunta “fallida” estrategia contra la pandemia y con la que combatieron el “no se puede” que significaba el no poder salir de la covid-19.

Con esta campaña, Alberto Fernández pasó de dar mensajes a la nación a sentarse con diferentes sectores “con cuaderno en mano” para escuchar sus inquietudes y cuestionando si querían algún cambio a lo que los argentinos, de acuerdo con el manual de Antoni, la respuesta era “Sí”. Dicha estrategia, según proyecta el propio Gutiérrez-Rubí, les seguirá funcionando al peronismo hasta la elección presidencial de 2023.

Bajo las instrucciones del gurú político y colaborador frecuente en medios como El País, el periódico de Cataluña, columnista de La Vanguardia de Barcelona y en México, en Aristegui Noticias, también fue partícipe de la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pero también llevó al triunfo a Juan Manuel Moreno Bonilla del Partido Popular (PP), en Andalucía en 2018, siendo éste el primero de su partido.

Siguiendo por esa línea, el ganador en múltiples ocasiones del Premio Victory Award y autor de al menos 30 libros, también ha colaboró en la asesoría del derechista chileno Joaquín Lavín en cómo mejorar la percepción ciudadana a través de la creación de un nuevo perfil desde las redes sociales.