‘Somos.’, la “anatomía de una masacre”

Además de la pandemia por Covid-19, que ha ocasionado miles de fallecimientos debido a que gran parte de las y los mexicanos padece de alguna comorbilidad no controlada (diabetes, hipertensión u obesidad, por ejemplo), lo que ha hecho que el virus sea mortal particularmente en este sector de la población, un punto en el que se ha hecho énfasis es la inseguridad en nuestro país.

Todos los días vemos, leemos o escuchamos en los distintos medios de comunicación cómo el crimen organizado es el causante de la muerte de inocentes, máxime si se trata de batallas entre ellos mismos por ganar un territorio.

La mayoría de esos medios de información ha magnificado cada caso de este tipo que se ha registrado a partir del 1 de diciembre de 2018, con el objetivo claro de enfatizar que antes “estábamos mejor” en el rubro de seguridad.

Si usted, amable lector, llegó hasta aquí en la lectura de este espacio, seguramente ya tiene en la cabeza la máxima de “este wey ya está defendiendo a la 4T”, nada más lejano de realidad.

El pasado jueves Netflix estrenó en su plataforma una miniserie de seis capítulos que va más allá de “desgarradora”, pues se trata de una “operación fallida” en 2011 (entiéndase fuga de información) entre la DEA, la Secretaría de Seguridad Pública (durante el sexenio de Felipe Calderón) que dirigía el hoy preso en Estados Unidos, Genaro García Luna, la Procuraduría General de la República, comandada por Arturo Chávez Chávez (a quien el mismo Calde… RON, perdón, Calderón propuso y la bancada del PAN palomeó), el gobierno de Coahuila, encabezado por el priista Jorge Torres López, y su policía municipal.

Se trata de Somos., así, con ese “punto” que no es sólo un signo ortográfico sino una manera de homenajear a los habitantes de Allende, pobladores que fueron víctimas de una matanza del 18 al 20 de marzo de ese 2011, a manos de la organización conocida como Los Zetas.

Y sí, este hecho en el que las autoridades aseguran que “sólo murieron 42 personas”, pero que se reportó la desaparición de más de 300 habitantes de este pueblo —además de haber dejado casas, negocios y ranchos devastados—, pasó de noche para los medios de comunicación. Nadie habló de ello, por el contrario, seguían animando a Calderón Hinojosa a su guerrita contra el narco.

Este material se produjo con base en el artículo de 2017 del estadounidense Ginger Thompson al que tituló “Anatomía de una masacre”, el cual retomó James Schamus para llevarlo a la pantalla chica de la mano de escritores como Monika Revilla y Fernanda Melchor.

Entre los grandes elementos con los que cuenta este material destacan que se trata de un gran flasback que hace recordar la técnica de filmación de El Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941); asimismo, el elenco es poco conocido, lo cual cambiará a partir de este trabajo), además de que se deja al espectador conocer a los personajes desde su actuar en un poblado semiasilado, hasta cómo fueron víctimas inocentes de una “guerra” que emprendió un pobre imbécil y que a la fecha hay quienes le aplauden, así de triste.

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Somos. es la primera historia de este tipo que no le da chance a quienes pertenecen al crimen organizado de ser los protagonistas. Por el contrario, en este caso, quienes suelen ser los olvidados son quienes hoy tienen voz.

Hay que destacar que en 2014 Diego Osorno publicó el primer artículo al respecto, lamentablemente no hubo eco, al contrario, se ocultó bajo la alfombra el hecho.

Hay que estar pendientes de Jero Medina, Arelí González, Iliana Donatlán, Everardo Arzate, Caraly Sánchez, Mercedes Hernández, Fernando Larrañaga, Jesús Sida, Martín Peralta, Jimena Pagaza, Jesús Herrera, Mario Quiñones y Ulises Soto, entre otros, seguramente sus carreras despegarán gracias a su labor en Somos. por la cual, junto a directores, productores, escritores y creador, no queda más que brindarles una gran ovación de pie.
 
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