Gabriela Cuevas: del “odio” a la fascinación por el Peje

La senadora Gabriela Cuevas anunció este domingo su salida del Partido Acción Nacional (PAN) tras militar en el instituto desde los 15 años. Si bien este rompimiento sorprendió a muchos, lo realmente impactante fue el anuncio de que se suma al proyecto de Andrés Manuel López Obrador, esto debido a que la legisladora fue durante más de una década una de las principales detractoras del aspirante presidencial.

Remontándonos al 2005, cuando AMLO enfrentaba el juicio por desacato en las vísperas de su primera campaña presidencial, Cuevas y su compañero de la bancada panista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Jorge Lara, pagaron la fianza de López obrador para evitar que este pisara la cárcel.

Al darse a conocer la acción, los legisladores aseguraron que se trataba de un acto de «buena fe» para evitar que el ex jefe de Gobierno de la Capital se «martirizara» a costa de las instituciones jurídicas de la ciudad. Esto luego de que Andrés Manuel anunciara su disposición para ir a la cárcel y conducir desde ahí su campaña.

Como respuesta, tanto el entonces perredista como su procurador General de Justicia, Bernardo Bátiz, tacharon esta acción como una trampa, pues rompía su diseño para el martirologio.

El siguiente round entre Cuevas y el tabasqueño fue en 2006, cuando AMLO protestaba el resultado de la elección presidencial con la llamada Convención Nacional Democrática.

La panista se desempeñaba como Jefe delegacional en Miguel Hidalgo y desde ahí impidió que los simpatizantes de Andrés Manuel instalaran una carpa para la credencialización de los ciudadanos que apoyaban la Convención. Esto, argumentó, porque los espacios públicos no deben ser utilizados con fines partidistas.

Cuevas continuó sus criticas en contra de Andrés Manuel durante el sexenio de Calderón y de cara a la elección presidencial de 2012. En el marco de los comicios, la panista pidió en repetidas ocaciones hacer memoria sobre cómo se desarrolló el mandato del perredista al frente de la Capital del país.

Meses antes de la elección que tenía como principales contendientes a López Obrador y Enrique Peña Nieto, Cuevas público una serie de opiniones en los medios donde subrayaba las “irregularidades” e “incongruencias” del tabasqueño. Tales como el estancamiento económico de la ciudad a su cargo, el alza en los índices de criminalidad y la falta de transparencia en sus programas sociales.

Cuevas pidió investigar como era que, en el tema de la pensión a adultos mayores que instauró Andrés Manuel, había delegaciones como Azcapotzalco o Iztacalco que contaban con una cobertura superior al 100%, es decir, que más personas recibían la transferencia económica de las registradas como de la tercera edad.

También hizo un llamado a investigar a las empresas que tuvieron conexiones con la administración de AMLO. De igual manera, recordó que el escándalo de corrupción en el que se vio envuelto quien fuera su secretario particular, René Bejarano, a quien recordaba «llenándose las manos de ligas y billetes».

Pasada la elección presidencial y a lo largo del sexenio de Peña Nieto, Gabriela Cuevas se había mantenido fiel a su trinchera en Acción Nacional e incluso su nombre sonó entre la baraja de posibles candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Finalmente, hoy llegó el quiebre definitivo, de acuerdo con Fernando Herrera, coordinador de la bancada panista en el Senador de la República, debido a que el partido, ahora en coalición con el PRD y Movimiento Ciudadano, le había negado una diputación plurinominal para la siguiente legislatura.

Tras una vida en el Partido Acción Nacional y más de una década de feroz oposición a López Obrador, Gabriela Cuevas ha intercambiado bandos argumentando que «18 años de alternancia no fueron suficientes para concretar un cambio democrático» en el país, por lo que había decidido sumarse al proyecto plural del Movimiento Regeneración Nacional y, de pasó, ser una de esas «panistas de buena fe» a las que el aspirante presidencial había extendido una invitación.

A su salida de Acción Nacional, comenzó a correr la especie de que a la ahora ex panista como premio le espera en su nueva trinchera, además de la bienvenida que de inmediato le extendió Lopez Obrador, la candidatura en la alcaldía Miguel Hidalgo, desplazando al polémico ex perredista Víctor Hugo Romo, también recién convertido a las filas de Morena.