Presidente de Argentina presenta iniciativa para despenalizar el aborto

Alberto Fernández, presidente de Argentina, envió un nuevo proyecto para despenalizar el aborto en su país, asegurando que leyes como estas salvan vidas y resuelven problemas de salud pública, más no lo promueven como los críticos aseguran.

Alberto Fernández dijo que para cumplir su palabra envió al Congreso de la Nación dos proyectos de ley para que todas las mujeres accedan al derecho a la salud integral, siendo el primero de ellos la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo o aborto en Argentina hasta la semana 14 de gestación.

«Mi convicción, que siempre he expresado públicamente es que el estado acompañe a todas las personas estantes en sus proyectos de maternidad, pero también estoy convencido que responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir el embarazo durante los primeros momentos de su desarrollo», declaró en un video.

Como argumento, señaló que la criminalización del aborto de nada ha servido, provocando que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes. Detalló que cada año se hospitalizan a alrededor de 38 mil mujeres argentinas por abortos mal practicados, contabilizando más de 3 mil fallecidas por esa causa desde el regreso de la democracia al país sudamericano.

Asimismo, mencionó que la legalización del aborto salva vidas de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas, puesto que también pueden ser afectadas por los abortos inseguros. «No aumenta la cantidad de abortos ni los promueve, solo resuelve un problema que afecta a la salud pública», declaró, poniendo a la Ciudad de México y Uruguay como ejemplos del éxito de esta política para disminuir el número de muertes al practicarlos.

Junto a esto, sumó a su argumentación que las mujeres vulnerables son las mayores víctimas del actual sistema legal argentino. Precisó, que este las obliga a someterse a prácticas inseguras por no poder costear lo que un aborto implica, muriendo en el intento o viendo afectada su salud permanentemente.

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Finalmente, el presidente de Argentina dijo que el debate a darse en el país no debe ser «decir sí o decir no» al aborto dado que estos ocurren, sino que el dilema se centra en si se continúa dejando que estos se practiquen en la clandestinidad o se asuman en el sistema de salud argentino.

Pese al avance que ello significa, algunos han cuestionado que el plazo máximo de la interrupción del embarazo pueda ser realizada 10 días después del requerimiento, lo cual podría hacer que sobrepase las 14 semanas establecidas como límite para realizarla.

Asimismo, en la iniciativa aparece la «objeción de conciencia», es decir, que un profesional médico podrá presentar su objeción para practicar el aborto por sus creencias; sin embargo, agrega que «“el personal de salud no podrá negarse a la realización de la interrupción del embarazo en caso de que la vida o salud de la persona gestante esté en peligro y requiera atención inmediata e impostergable” y “derivar a la paciente para que sea atendida por otro u otra profesional en forma temporánea y oportuna, sin dilaciones».