‘La crisis por el COVID-19 no es financiera, es humanitaria’: ONU

El titular de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, pidió mirar a al impacto del COVID-19 a nivel mundial como una crisis humana y no como una crisis financiera, por lo que pidió responder unidos y de forma decisiva a nivel global para abordar la devastación que el virus está causando en todas las regiones.  

El secretario general de la ONU dijo que esta crisis humana por el COVID-19 se trata de la mayor debacle observada desde la Segunda Guerra Mundial, por lo que apeló a la responsabilidad compartida y la solidaridad mundial para afrontar la desarticulación económica y social que se está forjando al aproximarse ya la cifra de contagios al millón al presentarse la enfermedad en 204 países.  

Por eso mismo, consideró a esta nueva enfermedad como la máxima prueba que ha encarado la ONU desde su fundación, destacando que, pese a los distintos diálogos entre mandatarios, como el del G-20, aún no existe una estrategia coordinada entre países pese a que está en juego la humanidad.

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Guterres insistió en su plan humanitario anunciado la semana pasada, señalando que se establecerá el «Fondo de Respuesta y Recuperación COVID-19» para que se busque asistir a países en la instrumentación de acciones nacionales y adquisición de equipo e insumos esenciales que permitan el acceso universal a tratamiento de la enfermedad causada por el coronavirus y la vacuna cuando esté disponible. 

Asimismo, para mitigar el impacto social, se pide enfocar los recursos a medidas tales como las transferencias de efectivo a la población de los países afectados, así como inversiones para la seguridad alimentaria y provisiones específicas para las mujeres y niños. 

Finalmente, se piensa que la recuperación se realice a la par de un fortalecimiento del monitoreo y de sus servicios de salud. 

Sin embargo, para ello se proyecta que el Fondo requerirá mil millones de dólares tan solo para los primeros meses, por lo que llamó a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones financieras mundiales emitan derechos especiales de giro para una rápida inyección de recursos a los países necesitados, pero con alivio de la carga de las deudas, incluyendo exenciones inmediatas del pago de intereses de este año.