2018 saca lado oscuro de panistas

Ayer los panistas se dieron duro.

Olvidaron las buenas maneras y exhibieron la ropa sucia como si de lavaderos públicos se tratara.

La versión tempranera de que Margarita Zavala renunciaría al PAN desató la refriega.

En entrevista al diario Reforma, el senador Ernesto Ruffo celebró que la esposa de Felipe Calderón abandonara el partido.

“Si se va Margarita, sale la pus”, dijo Ruffo.

Felipe Calderón y fieles a él y a la ex primera dama respondieron con enojo.

“Ruffo expresa muy bien el nivel intelectual, la estatura moral, la altura de debate y la tolerancia democrática de lo que queda del pan”, reviró el ex mandatario.

Max Cortázar, vocero de Felipe Calderón como presidente y ahora cercano a Rafael Moreno Valle, embistió contra el senador. En un alarde de literatura, citó, escribió él, a Voltaire:

“Sobre la última de @RuffoAppel ‘La idiotez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás’”

Javier Lozano, otro calderonista, salió en defensa de la señora Zavala. Puso en duda el dicho de la dirigencia del PAN de que la buscarían para evitar su salida. Y, fiel a su estilo rudo, atacó a Ricardo Anaya bajo el hastag “No tienen madre”:

“Al estilo Trump, luego dirán que durante tres días no la encontraron porque había mala señal del teléfono celular. #NoTienenMadre”.

Roberto Gil Zuarth, otro de los senadores rebeldes al liderazgo de Anaya, se subió al ring y en entrevista televisiva soltó golpes:

Acusó a Ricardo Anaya de ser el responsable de la posible fractura del PAN: “ha pretendido agandallarse el partido… buscará brincar de la presidencia del partido a la candidatura del PAN o del Frente… Ni Roberto Madrazo estiró tanto la liga como Anaya…Ricardo quiere darse el autodedazo”.

Hoy a las 14 horas, Zavala definirá si abandona o no el PAN, partido en el que ha militado más de dos décadas y que llevó a su esposo Felipe Calderón a la Presidencia.