Sheinbaum promete diálogo con feministas sobre glorieta de mujeres que luchan

A un día que desde Michoacán afirmara que las mujeres que no quieren que se coloque la escultura de la Joven de Amajac en la glorieta que estuviera destinada a Cristóbal Colón durante décadas, “en el fondo son profundamente racistas y clasistas”, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aceptó reunirse con los colectivos de feministas que buscan que ese espacio en avenida Paseo de la Reforma sea para “las mujeres que luchan”.

La mandataria de la ciudad que fue interceptada por las feministas que se manifestaron en el Paseo de las Heroínas en Reforma donde develó la escultura de Dolores Jiménez y Muro, pidió a las demandantes reunirse el próximo jueves 9 de marzo a las 11:00 horas, es decir, un día después de la Marcha 8M, pero con la condición de que fueran dispuestas a escuchar y no a imponer.

“Si vamos a dialogar, vamos a dialogar, pero si vamos a reunirnos para cerrarnos y no querer dialogar entonces no tiene sentido, si vamos a reunirnos para hablar y para ponernos de acuerdo, con todo gusto, pero si vamos a querer imponer entonces no”, subrayó Sheinbaum Pardo.

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En tanto, las manifestantes y familiares de personas desaparecidas, causa por la que buscan que el espacio sea nombrado como “la Glorieta de las mujeres que luchan” y que desde que el gobierno de la ciudad retiró la escultura a Colón han tomado posesión del lugar colocando una “antimonumenta”, dijeron estar “cansadas de actos políticos que dizque revindican nuestra memoria, pero la memoria no se vende”.

Desde que la administración capitalina dijo que en ese espacio de Reforma se pondría una escultura en honor a las mujeres, realizó una consulta en la que los votantes eligieron poner a la joven de Amajac, sin embargo, los colectivos feministas piden dejar ya su propuesta. Por su parte, Sheinbaum Pardo ha reiterado que la joven de Amajac representa a todas las mujeres, pero en especial sería un acto de justicia para las mujeres indígenas que históricamente han sido discriminadas, y con el acto de ya no poner a la escultura ganadora se estaría incurriendo nuevamente en un acto discriminatorio hacia ellas.