Nación
Recuerda Muñoz Ledo a Echeverría por su política exterior y destaca su «imaginación política y mexicanismo”
Porfirio Muñoz Ledo, exdiputado de Morena y expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), externó su pésame por la muerte del expresidente de la República Luis Echeverría Álvarez (1922-2022) , a quien recordó particularmente por su política exterior al estrenar la globalización en México.
A través de Twitter, Porfirio Muñoz Ledo declaró que con Luis Echeverría México estrenó la globalización, pues durante su sexenio cerró la época de la historia nacional llamada “nacionalismo revolucionario” para abrir las puertas del país a la globalización y el cambio de la Guerra Fría hacia un mundo multipolar.
«Destacan su imaginación política, su mexicanismo y haber promovido el más alto salario de los trabajadores en todo nuestra historia», escribió político dejando de lado las acusaciones que se le hicieron en vida por ser partícipe del periodo de la ‘Guerra Sucia’ en México cuando se encarcelaron, torturaron, asesinaron y desaparecieron a opositores y críticos del régimen.
Los comentarios del longevo político identificado como parte de la izquierda mexicana parten de dos razones. En primer lugar, durante el sexenio echeverrista México sí tuvo un viraje en su política exterior. Durante su informe de gobierno del 1 de septiembre de 1971, este declaró que la nación no podía crecer en soledad, pues nada de lo que ocurría fuera de las fronteras era ajeno y era imposible el aislamiento en una época creciente de interdependencia.
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“Numerosos asuntos que son objeto de debate y acuerdo entre los Estados, tienen repercusiones profundas en la vida nacional y en la de cada uno de los mexicanos. Necesitamos multiplicar e intensificar nuestras relaciones con todos los países y no renunciar a ningún intercambio que favorezca nuestra evolución”, pronunció entonces ante el Congreso de la Unión. Bajo esa lógica, el abogado rompió relaciones con España y Chile derivado de las dictaduras de Francisco Francisco y Augusto Pinochet; en contraste, tuvo acercamientos con Canadá, Reino Unido y Francia en el lado occidental y con las potencias comunistas: la Unión Soviética y China.
La relación diplomática bilateral entre los Estados Unidos Mexicanos y la República Popular China fue establecida el 14 de febrero de 1972, casi cuatro meses después de que se aprobara su incorporación a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en octubre de 1971. Los lazos se hermanaron más con una visita oficial al país oriental un año después, donde incluso hubo un encuentro entre el mandatario nacional con Mao Tse-Tung. Este hecho no fue olvidado por el país asiático dado que incluso más de cuatro décadas después era visitado o invitado por los embajadores chinos en México para sostener algunos encuentros y reconocerle su trabajo en pro de la asociación entre ambos países.
Adicionalmente, Echeverría Álvarez propuso también en 1971 la aprobación de la ‘Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados’ durante el tercer período de sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, celebrada en Santiago, Chile del 13 de abril al 21 de mayo de 1972. Esta fue aprobada casi dos años después.
Al respecto, el ahora cónsul general en Laredo, Texas y exdirector del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, Juan Carlos Mendoza Sánchez, escribió en su libro Cien años de política exterior mexicana que el documento fue un instrumento jurídico para imponer un orden normativo que regulara el intercambio entre los países industrializados y los países en desarrollo ante el deterioro que se venía dando, lo cual podía llevar a conflictos.
En segundo lugar, los comentarios positivos de Porfirio Muñoz Ledo al recordar a Luis Echeverría parten también de su cercanía con el mismo. En 1971, este fue nombrado subsecretario de la Presidencia de la República y en 1971 pasó a ser parte del gabinete al asumir el puesto de secretario del Trabajo y Previsión Social hasta 1975.
Tras salir oficialmente del gobierno, el exlegislador se convirtió en presidente de Comité Ejecutivo Nacional del PRI, cargo desde el cual le tocó organizar los preparativos del partido para la postulación de José López Portillo, candidato único en las elecciones presidenciales de 1976.
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