¿Quién paga la cuenta de Kim?

El próximo 12 de junio se celebrará, en una isla cerca de la costa de Singapur, un encuentro entre los presidentes Donald Trump y Kim Jong-un, en el que se discutirá el desarme nuclear de Norcorea. Sin embargo, un condicionante del líder comunista tiene trabajando a marchas forzadas a los planificadores del evento, pues resulta espinoso a nivel diplomático: ha exigido que un país extranjero le pague la estancia en el hotel Fullerton, donde la suite presidencial cuesta más de 6000 dólares la noche.

La historia la cuenta The Washington Post: Según fuentes internas, Washington estaría dispuesto a pagar la factura, pero eso significaría un cese temporal de las amonestaciones dictadas por el Departamento del Tesoro; además de que podría ser considerado por Pyongyang como un gesto insultante, por lo que se está considerando pedirle al país anfitrión, Singapur, que asuma el costo.

Esta no es la primera ocasión que el gobierno norcoreano realiza demandas de este tipo. De acuerdo con la cabecera estadounidense, en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, Corea del Sur se vio forzado a destinar 2.6 millones de dólares para cubrir gastos de estancia de los aficionados norcoreanos, de artistas y otros miembros del país visitante. Asimismo, el Comité Olímpico Internacional pagó el traslado de los 22 atletas norcoreanos.

Suena por lo menos contradictoria la historia tratándose de una nación que destina ingentes recursos para el desarrollo de su armamento nuclear, pero pasa penurias para absorber el pago de facturas “menores”.

También hace 4 años, cuando el entonces director nacional de inteligencia de Estados Unidos, James R. Clapper Jr. visitó Corea del Norte para negociar la recuperación de dos prisioneros, los anfitriones le sirvieron «una cena de 12 elaborados platos de cocina coreana», pero luego insistieron en que la pagara.

Otro problema logístico al que se enfrentan los organizadores, es el del medio de traslado de Kim, pues cuentan con una aeronave de la era soviética que tal vez tendría que hacer una escala en China, previendo que no alcance a cubrir los kilómetros que separan al país de la isla en Singapur.