“No me prestaría a ser un Juanito”: Salomón Chertorivski

“No me prestaría a ser un Juanito”, dice tajante Salomón Chertorivski, a la pregunta de lahoguera.mx sobre si su participación en la contienda interna del PRD es para validar algo ya pactado.

Del proceso interno en la Ciudad de México para seleccionar al candidato del Frente, conformado por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano, el ex funcionario del gobierno capitalino se congratuló de que el PRD haya abierto la competencia. Son dos meses para contrastar propuestas y que la gente decida, que los habitantes de esta ciudad, que son muy opinadores, tomen su decisión. No se les puede engañar, afirmó.

Soy la mejor carta para jefe de Gobierno de la Ciudad de México en 2018, dijo sin ambages el ex secretario de Desarrollo Económico del gobierno citadino.

“Soy el mejor puente para hacer converger las ideas de los tres partidos que integran el Frente. No ser militante en este momento es una gran ventaja”, consideró el ex funcionario que ha colaborado con gobiernos panista y perredistas en lo federal y estatal.

“Que me hagan la prueba del polígrafo, que revisen cada una de mis cuentas, cada uno de los pesos que he ganado están puestos al escrutinio público”, retó al inquirirle si tenía cola que le pisen. “Ni un milímetro”, dijo.

Aseguró también que no le encontrarían “ningún cadáver en el armario”. “Nada me van a encontrar, qué le busquen”.

”Mi trayectoria en la administración pública se puede medir con resultados en beneficios para la gente. Tengo la experiencia para poder poner las propuestas sobre la mesa para resolver lo que le duele a esta ciudad”, afirmó.

Consideró que una trayectoria intachable, de honestidad, es lo que lo califica para ser el candidato del Frente al gobierno de la Ciudad de México.

Aseguró que cuenta con capacidad probada, con resultados concretos en la administración pública y que siempre ha superado obstáculos.

Puso como ejemplo de lo necesario que es hacer política la batalla que inició el gobierno capitalino tres años atrás sobre el aumento al salario mínimo, que derivó en una reforma constitucional para desligarlo de unidades para cobro de hipotecas del Infonavit o para fijar multas de tránsito.

Se dijo convencido de que una parte importante de los cambios que se deben llevar a cabo en este país sólo se pueden hacer a través de la política: “Un espacio fundamental donde se combina la política pública con la política política es la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México”.

Esta ciudad requiere de administración todos los días, de política pública innovadora. Se debe hacer mucha política para lograr los cambios necesarios, ponderó Chertorivski.

Sobre si propondría que haya debates, explicó que con las redes sociales, los nuevos medios, de manera natural se van a dar cantidad de oportunidades de poder dar a conocer las ideas y se podrá contrastar y dialogar con los aspirantes. Los debates tradicionales, “acartonados”, ya están rebasados, remató.

Señaló que cuenta con un diagnóstico sobre los problemas que aquejan a la Ciudad de México. En que desglosa en siete grandes temas lo que “más le duele a la Ciudad”, pero no se queda en el diagnóstico, sino que también presenta las soluciones.

“Sé no sólo cómo hacerlo, sino sé que se pueden hacer” las acciones para resolver los problemas en la metrópoli.

Aseguró que en materia económica, área de la que fue responsable durante cinco años, hay un antes y un después. Refiró que la Ciudad creció por arriba del promedio nacional. Dijo que en los pasados 13 trimestres, derivado de la política pública instrumentada, la capital creció casi el doble de lo que lo hace el país.

Delineó siete ejes de acción:

Agua: planteó hacer la inversión necesaria para que ninguna casa de la Ciudad de México carezca del líquido.

Movilidad: hacer un desarrollo orientado al transporte público.

Seguridad: además de contemplar los temas de tecnología, de policía, poner énfasis en un programa económico-social.

Calidad aire: atender el compromiso del país con el mundo a partir de combatir el cambio climático.

Corrupción: condenar a la “muerte civil” a los corruptos para que jamás puedan estar en la función pública.

Planeación urbana: la utilización de los terrenos del aeropuerto para crear un desarrollo urbano que eleve la calidad de vida del oriente de la ciudad.

Desigualdad: cobrar de manera eficiente los impuestos para invertirlos de manera eficaz y transparente en favor de quienes tienen menores ingresos.

Aseguró que de ganar el gobierno de la Ciudad de México trabajará para que esta ciudad determine su propio salario mínimo, independiente del que predomine a nivel nacional. Un mejor salario estimula la economía, dijo, y refiró que incluso la propia Coparmex se ha manifestado a favor del incremento del salario mínimo y que el Banco de México es el que lo ha frenado.

Desde la capital se puede pelear por un modelo económico diferente, remató.