Nación
Los relevos de Azcárraga
The Wall Street Journal informó que Emilio Azcárraga Jean se retirará de la dirección de Televisa, empresa que dirigió 20 años y la cual hizo crecer casi un 400% en venta de contenido, algo que ni su padre, Emilio Azcárrga Milmo, pudo lograr en sus tiempos de gloria.
Pese a la competencia y crisis que la empresa sufrió en los últimos años (a partir del auge de YouTube y de plataformas de streaming como Netflix), Televisa tiene brazos y negocios en Estados Unidos, España y canales en televisión de paga, Blim y una plantilla de actores y actrices reconocida nacionalmente. ¿Quién asumirá el control de todo esto?
Dos personas: Alfonso de Angoitia, vicepresidente y jefe de Finanzas, y Bernardo Gómez, supervisor de la División de Noticias y Relaciones Gubernamenales de la empresa; dejarán sus cargos y cada quién será copresidente ejecutivo.
Angoitia accedió al imperio Televisa el mismo año de Azcárraga Jean, en 1997. En el año 2000 fue electo vicepresidente ejecutivo de Televisa. Como parte de los apodados “cuatro fantásticos” de la empresa (al que se agrega el nombre de José Bastón, quien fuera presidente de contenidos de la televisora).
Tiene un pasado cuestionado relacionado con los paraísos fiscales. En 2016 su nombre estaba registrado como parte de los archivos Mossack Fonseca en Panamá, donde se creaban lugares para evadir impuesto de altas sumas de dinero, mejor conocidas como offshore. Otro cliente de estas empresas era Azcárraga Jean.
En una investigación compartida con la revista Proceso se escribió: “De acuerdo con la información disponible, fue hasta 2014 cuando Angoitia creó su propia empresa, Ucetel Incorporated”, ésta con sede en las islas Bahamas. El empresario negó estar relacionado con paraísos fiscales de forma ilegal o que estos fueran un depósito para escapar de los impuestos nacionales, sino simplemente para rentar equipo de buceo.
Por su parte, Bernardo Gómez llegó a Televisa en 1998 y fue presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión de 2001 a 2002.
Se le recuerda por su episodio bochornoso en 2002 al besarle la mano a Marta Sahagún en público durante el mandato de Vicente Fox Quesada. Ese mismo año lanzó una queja contra el entonces subsecretario de Comunicaciones, Jorge Álvarez Hoth, por la filtración de documentos donde se registró las concesiones que el gobierno refrenó a Televisa en 2001.
Se le recuerda además por su participación en la ley de radio y televisión que databa de 1960, pues su asesor Javier Tejado Dondé elaboró un borrador del documento para la modificación de la ley a favor de Televisa, así lo denunciaría el periodista Federico Arreola, acusándolo además de ser el artífice del intento de limpiar el nombre de Carlos Salinas de Gortari en sus noticieros.
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