Tras darse a conocer el abatimiento del líder terrorista de la organización Estado Islámico (EI), Abu al-Hashimi al-Qurayshi, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un mensaje a la nación, explicó que el hombre más buscado por su país se suicidó antes de que las tropas de Washington pudieran atraparlo.

“Cuando nuestras fuerzas se acercaron al edificio donde se encontraba (al-Hashimi), en un último acto de cobardía y sin que le importaran sus familiares, detonó el chaleco con explosivos que llevaba puesto destruyendo el tercer piso en donde estaba e incluso eliminó a su segundo de mando”, aclaró Biden desde la Casa Blanca.

Por la mañana, Biden había señalado que un equipo de las Fuerzas Especiales del Ejército de su país había “sacado del campo de batalla” al líder terrorista en una operación realizada una noche previa en el noroeste de Siria.

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Y cuando los estadounidenses se acercaron a la ciudad de Atmeh de éste se inmoló matando también a miembros de su propia familia, entre ellos mujeres y niños. La explosión fue tan grande que los cuerpos salieron despedidos desde el tercer piso del edificio en el que se encontraban, informaron funcionarios de la Casa Blanca.

“Gracias a la habilidad y valentía de nuestras fuerzas armadas, hemos sacado del campo de batalla al líder del Estado Islámico (EI). Todos los estadounidenses han regresado sanos y salvos de la operación”, puntualizó Biden.

Qurayshi había tomado el control del EI desde 2019, cuando su fundador, Abu Bakr al-Baghdadi, también se hizo estallar cuando una incursión estadounidense se acercó a él. Desde entonces, el líder de 45 años de edad había permanecido prácticamente en la sombra, pero operando los ataques de su grupo terrorista, por lo cual, Estados Unidos lo calificó como el “motor” del genocidio de la minoría yazidí en el norte de Irak en 2014.