Jarana Beat y Mono Blanco amenizan con son guerrerense y jarocho la verbena navideña en el Zócalo

La banda Jarana Beat, procedente de Brooklyn, Nueva York, y la agrupación Mono Blanco, de origen capitalino y veracruzano, amenizaron el viernes por la noche la verbena navideña organizada por el gobierno de Ciudad de México en el Zócalo. Una vez más, ambos grupos mostraron que el son guerrerense sigue presente en la comunidad mexicana del otro lado de la frontera y que el son jarocho es algo vigente en el país.

Jarana Beat salió al escenario del Zócalo para iniciar su espectáculo alrededor de las 8:10 p.m. con una pequeña prueba de sonido que empezó a ganarse los aplausos de miles de personas presentes para verlos y otros más para conocerlos. Su participación inició oficialmente con la interpretación de «Dolor de aquí», canción de su primer disco, ‘¡Echapalante!’ del 2011.

La influencia de los artistas para la conformación de su sonido quedó demostrada al momento de interpretar «De qué?» del músico y activista panameño Rubén Blades. «Las palabras son buenas a veces/ A pesar de las estupideces/ De cierta gente, hay cierta gente/ De esos que se la pasan hablando/ Del vecino maldad inventando/ Y aparentando lo que no tienen», hizo retumbar a la plaza de la Constitución.

Sin embargo, los mejores pasos comenzaron a salir entre el público conforme cerraba su corto espectáculo al interpretar ‘El Camotal’ , cuya versión está en el disco «Vibraci​ó​n Por Simpat​í​a». Finalmente, la banda por Sinuhé Padilla-Isunza, nacido en Ciudad de México en 1978, interpretó »¡Echapalante!» con un público participativo que contestaba tal como lo pidió el artista mexicano. «Es un ritual espejo, uno canta y luego le responden», dijo emocionado viendo la cantidad de personas que les acompañaban.

Aunque el público pedía una canción más, los músicos se retiraron para darle paso a la Mono Blanco, cuya voz, Gilberto Gutiérrez Silva, al subir al escenario señaló el respeto y agradecimiento que tienen todos ellos para Ciudad de México. Recordó que el grupo nació precisamente durante 1977 en la capital del país, pese a ser reconocido como uno de los más importantes exponentes del Son Jarocho.

Su presentación inició enseguida cantando “La rama”, pieza musical de Veracruz que se interpreta en la actual temporada de fiestas decembrinas. Gutiérrez Silva explicó al público que la tradición es cantarla yendo casa por casa pidiendo el aguinaldo, mismo que puede consistir en dinero o dulces, como los buñuelos, hasta dónde será el fandango.

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Con un «Vámonos recio» comenzó la interpretación de «La Guacamaya» y posteriormente entonaron «Los pollitos». En tanto, Gilberto Gutiérrez invitó a su “carnal” Ramón Sánchez Aviña a subir al escenario para con ellos “El Chuchumbé”, señalando que este es uno de los productores y artistas que influyeron en su vida para que ahora sea músico. Dicha pieza fue engalanada por Gisela Farías Luna, quien dejó por un momento la jarana y las voces para ejecutar el zapateado.

El momento de la noche llegó con la interpretación de “Se acaba el mundo”, composición que pertenece al álbum «El mundo se va a acabar» de 1997. Dicha canción, de amor y escenario apocalíptico, vigente desde hace décadas, sirvió para que se hiciera también un nuevo llamado desde México para terminar con el genocidio contra Palestina.

“Hoy me abraza la neblina y me cala hasta los huesos. Más me calan los sucesos que se dan en Palestina. Esa herida me camina, esa herida me camina y no deja de sangrar. Y aquí me pongo a gritar a la orilla de la tierra ¡Que basta ya de esa guerra, que el mundo se va a acabar!», dijo Juan Manuel Campechano encontrando el apoyo de los presentes.

Enseguida, la agrupación interpretó canciones como “Viejo malecón”, “El Cascabel” y una versión propia de “El Cuarto de Tula”, son cubano de Buenavista Social Club, integrado por artistas míticos de la isla como Máximo Francisco Repilado Muñoz “Compay Segundo”, Bárbaro «Barbarito» Alberto Torres Delgado y Eliades Ochoa. El cierre del evento vino con una versión propia de “La Bamba”, para la cual invitaron a subir a los integrantes de Jarana Beat a cantarla y bailarla juntos; como colofón, llegó el zapateado conjunto de todos los integrantes de Mono Blanco para despedirse de su público.