Gracias y adiós: Miles acuden a despedirse de AMLO

“¡Mochilas abiertas, es por su seguridad!”, gritaba una policía a la entrada de uno de los accesos ubicado a una cuadra del Zócalo de Ciudad de México (CDMX), la plaza que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llenaría por última vez este 15 de septiembre de 2024 por el Grito de Independencia. Pese la preocupación de ella, sus compañeros mostraban mayor laxitud y bastaba un vistazo al azar para dejar pasar a los asistentes; ante el saldo blanco, es posible que el político tabasqueño tuviera razón cuando al inicio de su sexenio dijera que “el pueblo lo cuida” y no le pasaría nada por estar cerca de él.

Y es que el “pueblo” se volcó para no solamente para participar en una edición más del Grito de Independencia, sino para decirle adiós y gracias a AMLO. Desde la madrugada, los primeros asistentes comenzaron a acercarse a la Plaza de la Constitución para ser de los primeros en entrar desde las 9:30 a.m. aproximadamente; poco a poco el gris del Zócalo fue cobrando tonalidades distintas al aumentar el número de presentes.

El “Es un honor estar con Obrador” comenzó a sonar tras el mediodía cuando comenzó a llegar más gente. Poco a poco, nuevos afortunados lograron pasar a la sección frente al asta bandera formados en una fila. El encuentro –entre ciudadanos contentos con gritar “‘Viva México”, familias paseando y turistas curiosos por observar la ceremonia– transcurría en paz hasta que un grupo tiró las vallas para avanzar otros metros y acercarse a Palacio Nacional.

Aunque nada grave sucedió, los elementos de seguridad que daban acceso a la parte seccionada de la plancha se vieron obligados a levantar la división derribada y cerrar el acceso por cerca de media hora. Nadie entraba y ni salía pese a la molestia de muchos. “Ahora hay que hacer fila hasta para salir”, decía un ciudadano, aunque aceptaba que por temas de seguridad era lo mejor.

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Uno de los que llegó temprano y no quiso salir fue Ignacio, de Tijuana, Baja California, quien compartió para La Hoguera que el país vio este sexenio una administración muy diferente a todas las demás en beneficio de la gente. Cuestionado directamente sobre cuál fue el cambio positivo en su ciudad, dado que en el centro del país siempre se escucha del tema de inseguridad en esos lares, el ciudadano comentó que la transformación la vio en el área social.

Aunque aceptó que hay cuestiones muy estructurales y difíciles de quitarlas de un momento a otro, afirmó que los programas sociales han sido un buen apoyo para la población. Precisó que aunque él no se ha visto beneficiado directamente de uno de ellos, dado que no se ha registrado porque piensa que hay gente que lo necesita más que él, sí sabe de muchas personas que han visto mejoras en sus vidas con esos ingresos garantizados por el gobierno.

Para terminar, el medio preguntó al ciudadano bajacaliforniano si le gustaría que hubiera 4T para rato, ante lo cual contestó que primero se tiene que ver cómo gobierna Claudia Sheinbaum Pardo y evaluar si el proyecto tiene cambios en beneficio de la gente y merece continuar. “Hay que apoyar, pero no incondicionalmente, hay que ser críticos”, añadió.

En la misma sección, a la espera del grito unas 10 horas antes, Margarita, desde Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, mencionó que esta es la primera vez que acudía a esta celebración y que decidió hacer el largo viaje porque creía que el presidente de la República lo merece:

“No ha habido otro que haya valorado a migrantes, ha hecho que allá nos tengan un respeto. Es un hombre honesto que ama a su país, a su gente, y que lo ha rescatado. No terminó, pero hizo el principio de cosas buenas. Mucha gente no lo ve o acepta, pero como migrantes lo queremos mucho, lo respetamos y admiramos porque tuvo suficiente amor para defender a México y lo sigue
defendiendo”, apuntó conmovida y voz entrecortada.

Previo a convencer a los elementos de seguridad de permitir salir a algunos en la primera sección del Zócalo frente al balcón presidencial, Santos Peña comentó a La Hoguera que el político oriundo de Tepetitán, Tabasco, se va mostrando honestidad y humildad. Procedente desde Chicago, Illinois, y ataviado con su playera tricolor, pero cubierto con su gorra de los Chicago Bulls , señaló que la única crítica que le haría al presidente es que se vaya y no quiera que lo vuelva a ver la gente.

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Con un nudo en la garganta, dijo que esa decisión del aún presidente de la República le genera un sentimiento. Ello contrario a otros expresidentes que andan todavía en la arena pública. “Aunque sea [están] para recordarle a sus jefas”, expresó. “¿Qué le podemos decir [a AMLO]? […] Tiene un lugar en el corazón de México y Estados Unidos”, sumó a su posicionamiento.

Ya fuera del “corralito” que significaban las vallas, tras minutos de espera y apretujones entre quienes intentaban ingresar aprovechando el espacio dejado para quienes deseaban salir, miles de personas, procedentes de Cancún a Tijuana, se congregaban ya. Sentado del lado de las macetas frente al Palacio de Gobierno de CDMX, frente a un Miguel Hidalgo abrazando al “doble” del presidente Andrés Manuel López Obrador estaba Luis Ramírez luciendo su gorro con forma de ganso, animal inmortalizado en el lenguaje lopezobradorista en su toma de protesta al prometer con un “Me canso ganso” que estaría comenzando a funcionar el Corredor Interoceánico a mitad de su sexenio.

Desde lo que denominó su “nido”, recordando que suele ser el lugar habitual donde se instala para los actos del líder izquierdista desde hace años, calificó al gobierno saliente de manera positiva. En especial, destacó la Reforma Judicial promovida, considerando que es buena contra los injustos altos salarios inconstitucionales de varios miembros de los órganos jurisdiccionales, así como las pensiones millonarias que reciben personajes como el exprocurador salinista Diego Valadés Ríos, quien solo estuvo como ministro cinco meses por la desaparición y “limpia” de la Corte que Ernesto Zedillo Ponce propició en el inicio de su gobierno hace 30 años.

A las 5:00 de la tarde, aún con la luz del sol pegando y con un zócalo lleno en dos terceras partes, cientos seguían llegando hasta lo que creían la entrada principal en avenida 20 de Noviembre, pero que se encontraban con una valla que les impedía el paso casi a todos, a excepción de unos privilegiados que portaban una pulseras que les habían dado a “agrupaciones políticas” y que les permitía el acceso por esa entrada y para llegar a una zona más cercana al balcón principal de Palacio Nacional de la que saldrá el presidente Andrés Manuel López Obrador a dar el último Grito de Independencia de su sexenio.

Tras indicar, los policías, que el ingreso era por la calle 5 de Febrero, la fila de personas vestidas con ropas tricolores y accesorios con flores y dirigían sus pasos al sitio indicado. Ahí en un extremo de la plaza de la Constitución se encontraba el señor Juan Ávila, quien con voz entrecortada y ataviado con una camisa guinda con una imagen de un ganso y la frase “me canso ganso”, dijo que le da tristeza que este sea el último acto público de presidente López Obrador.

“Me dan ganas de llorar porque para mí ha sido el mejor presidente que hemls tenido, y el que nos recuperó la vergüenza que antes sentíamos por los anterios presidentes”, expresó.