Enemigo extranjero invade LA: Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, describió las protestas en Los Ángeles, California, desatadas desde el sábado pasado luego de ordenadas dos redadas contra migrantes, de ser un “enemigo extranjero invadiendo” a la ciudad estadounidense.

Durante su asistencia al cuartel de Fort Bragg, en Carolina del Norte, con motivo del 250 aniversario del Ejército de Estados Unidos, y después de que en la oficina Oval su secretaria de Seguridad Interior, Kristy Noem, acusara a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, de haber incitado las protestas violentas de mexicanos en Los Ángeles, el republicano sostuvo que no permitirá “que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero, porque eso es lo que son”.

El mandatario estadounidense responsabilizó a los manifestantes latinoamericanos de estar atentando contra la soberanía nacional, acusándolos de portar banderas extranjeras, especialmente de países latinoamericanos, y de haber quemado banderas estadounidenses durante los disturbios. “Lo que presencian en California es un ataque en toda regla a la paz, el orden público y la soberanía nacional, perpetrado por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país”, sostuvo.

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En un intento por justificar el envío de 4 mil elementos de la Guardia Nacional y 700 marines, sin el permiso del gobernador de California, Gavin Newsom, Trump arremetió contra la izquierda de su país, es decir, contra los demócratas, al afirmar que permitieron el ingreso ilegal de miles de personas, mismas que segura ahora son las que protestan de forma violenta. Esto aunque el registro indica que los hechos violentos han sido aislados.

“No vamos a permitir que eso suceda. Recuerden, se permitió la entrada a nuestro país a millones de personas sin ningún tipo de control ni investigación por parte de gente estúpida, radical de izquierda o enferma”, insistió.

De acuerdo con el republicano, Los Ángeles entero estaría ardiendo y “reducido a sus cenizas” si él no hubiera enviado tropas, pese a que las protestas han sido en su gran mayoría pacíficas y desatada por las redadas contra migrantes ordenadas por su gobierno. En tanto que el gobernador demócratas ha señalado a Trump como responsable de haberse agravado las protestas, pues lo comparó con haber “echado gasolina al fuego” porque constituye una provocación injustificada y una extralimitación del poder federal. E incluso demandó al presidente para que retire a los militares de su territorio y le devuelva el mando y control de la situación.

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Ante cientos de militares, Trump expresó su intención de promover una legislación que castigue con un año de prisión a quienes quemen la bandera de Estados Unidos, afirmando que quienes lo hacen “no aman a este país”.

Por otro lado, el mandatario estadounidense amagó con imponer la Ley de Insurrección que data de 1807 y que permite al presidente el uso del ejército para desactivar conflictos internos que son considerados difíciles de controlar.

“Si hay una insurrección, sin duda la invocaría. Ya veremos, pero les puedo asegurar que anoche fue terrible, y anteayer también”, declaró.