El reto de Lula: desde prisión, es el candidato presidencial del PT

A pesar de estar cumpliendo una condena de 12 años ligado a varios procesos vinculados con corrupción, el Partido de los Trabajadores (PT) brasileño, retó a la Justicia presentando formalmente la candidatura de exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ayer miércoles.

Luego del acto, la presidenta del PT, Gleisi Hoff-mann, afirmó que Lula: “Es candidato en nombre del pueblo y porque el pueblo lo quiere”. Miles de simpatizantes del partido acompañaron hacia la Sede del Tribunal Electoral de Brasil para hacer efectiva la postulación a los comicios del 7 de octubre, que probablemente tendrán una segunda vuelta el 28 del mismo mes; la marcha se realizó al ritmo de consignas como «Lula libre» y «Lula presidente».

Cabe destacar que el ex mandatario es el actual líder en las encuestas, con casi un tercio de las intenciones de votos; es decir, casi el doble de los otros candidatos.

A la postulación aún le falta la aprobación del Tribunal, pero se prevé que este la desestime, pues la Ley de Ficha Limpia excluye de la carrera electoral a quienes hayan sido condenados en segunda instancia, como en su caso.

“Si me quieren derrotar, háganlo en las elecciones”, reclama Lula desde prisión

No obstante, el PT insiste en que Lula puede participar en las elecciones presidenciales “presentado recursos plausibles”. Esto no significa que no tengan un plan b, pues acorde con la información disponible, el exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, tomaría el lugar de Lula en los comicios si su inscripción no tiene éxito.

El 17 de septiembre se sabrá el destino de la candidatura. Mientras tanto, la Fiscal General de Brasil, Raquel Dodge, ya presentó una impugnación en contra, así como Kim Kataguiri, uno de los líderes del Movimiento Brasil Libre (MBL) y candidato a diputado federal por el partido Demócratas (DEM), y el actor Alexandre Frota, también aspirante a la Cámara, por el Partido Social Liberal (PSL).

Los dos últimos comulgan con la derecha, y son conocidos en la vida pública del país latinoamericano porque apoyaron al proceso que llevó a la destitución de la entonces presidente Dilma Rousseff, en 2016.