‘Alito’, el inevitable

Alito Moreno está logrando lo que se pensaba inimaginable: unificar a lo que queda del PRI bajo su figura para guiarlo hacia la Cuarta Transformación, incluso sumando a quienes apenas hace unas semanas se perfilaban como sus únicos obstáculos. En el camino, Alito ha dejado en el limbo a la dirigencia de Claudia Ruiz Massieu y, de paso, en irrelevancia a quienes competirán con él por la presidencia tricolor. Es, pues, inevitable.

El último obstáculo que le quedaba por sortear era el Grupo Hidalgo que lidera Miguel Osorio Chong, tanto que hasta el actual mandatario del estado, Omar Fayad, quien se ha desvivido en acercamientos con Andrés Manuel, prefirió mantener su distancia con el campechano. Incluso, el día que los gobernadores priístas visitaron Palacio Nacional para entrevistarse con el presidente, Omar prefirió moverse y salirse de la foto, como hicieron otros distantes de Alito.

Hasta en este tema parece haber llegado la reconciliación. Si bien Alito quería como compañera de fórmula a Sylvana Beltrones, hija de su padre político Manlio Fabio, este se opuso y, ante la negativa, el lugar fue ocupado por Carolina Viggiano. De toda la confianza del senador, tanto que coordinó su campaña a gobernador, fue una de las principales operadoras de los programas sociales de Peña Nieto. Además de estar casada con el exgobernador y diputado Rubén Moreira.

Capitalizando su cercanía con Andrés Manuel, incluso rehusándose a negar, a pregunta expresa, que era su tapado para la presidencia del PRI, Alito ha ido reconstruyendo al PRI a su imagen y semejanza. Empezando por obtener el visto bueno de Enrique Peña Nieto y su grupo compacto, quienes desde el exilio político vieron en él una ventana al escenario nacional hoy controlado por Morena, sin tener que exponerse al escrutinio, claro.

Ya ungido por el peñismo, el siguiente paso fue hacer que los gobernadores cerraran filas en torno a él. Tenía que ser Alfredo del Mazo III quien leyera la cartilla a sus semejantes, con reacciones varias, pero no dejan de ser indicativo los nombres que no tardaron en sumarse. Empezando por el hijo de José Murat, Alejandro, uno de los más diestros operadores de Peña Nieto y cuyo otro hijo, Eduardo, es el senador suplente del güero Manuel Velasco, el más moreno de los verdes.

También Nacho Peralta y Marco Mena, dos auténticos tecnócratas que se entienden de las mil maravillas con el nuevo innombrable, Luis Videgaray. Miguel Riquelme, ahijado político del clan Moreira que, fragmentado, se mimetizó con el peñismo mexiquense. Completando el cuadro Quirino Ordaz, el sinaloense que se crió políticamente en el Edomex a la sombra del Grupo Atlacomulco.

A esta constante acumulación de capital político que va desde Palacio Nacional hasta los rincones más apartados del priísmo moderno se suma el respaldo de, por lo menos, los sectores campesino y popular del tricolor. En este escenario, donde las voces disidentes son las menos y rayan en la irrelevancia (aunque entre priístas te veas) y con este trabuco cuidándoles las espaldas (de nuevo, entre priístas te veas), entonces, ¿quién contra Alito?

Sheinbaum, las cifras de inseguridad y los nuevos cambios

La semana pasada hubo una actualización de los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, cifras oficiales sobre seguridad. En éstos se asienta que el mes de mayo ha sido el más violento para la Ciudad de México. De acuerdo con las mismas cifras, entre enero y mayo de este año se contabilizaron 651 homicidios dolosos en la capital y al comparar con los primeros cinco meses del año pasado, se refleja un incremento de 35.6% en la incidencia de este delito ya que en 2018 se registraron 480 crímenes.

Desde la semana pasada, Jesús Orta Martínez, secretario de Seguridad Ciudadana, y Ernestina Godoy, procuradora de Justicia, han afirmado que si bien en mayo hubo un repunte, junio representó una disminución. Este mismo dicho fue adoptado por Claudia Sheinbaum. Sin embargo, los nuevos datos del SESSP ya tienen una semana, y es la hora que la ADIP (Agencia Digital de Innovación Pública, dependencia encargada de recabar y subir los datos con base en carpetas de investigación) no ha actualizado su portal.

Este lunes, Claudia Sheinbaum pidió “esperar” a los datos que arroje la ADIP, aunque sí adelantó que en mayo hubo “una situación especial” que derivaron en cambios en las instituciones de seguridad pública, y que en junio “hay una disminución”.

En conferencia de prensa, Sheinbaum adelantó que a finales de esta semana dará a conocer más cambios en la dinámica de seguridad en la capital del país.