Joven holandesa falleció por no comer y beber, no por eutanasia

Noa Pothoven murió por dejar de comer y beber y no por eutanasia. Un par de días después de darse a conocer el caso de una joven holandesa que murió por eutanasia por estrés postraumático producido por una violación, la clínica Levenseinde emitió un comunicado para precisar el motivo de su fallecimiento.

De acuerdo con medios europeos, el comunicado menciona que buscando terminar con las noticias incorrectas, consideraron necesario aclarar que su fallecimiento no fue por eutanasia sino que «para poner fin a su sufrimiento, dejó de comer y beber».

Este centro médico indicó que cuando ella tenía 16 años, la joven recurrió a la clínica para conocer las posibilidades de poner fin a su vida mediante la práctica de la eutanasia, algo que Levenseinde rechazó autorizar. Por el contrario, señalaron que los médicos le pidieron que continuara con su tratamiento psiquiátrico.

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El presunto uso de la eutanasia en este caso había causado incluso la reacción de la Iglesia católica. En primera instancia, la Pontificia Academia por la Vida señaló que la muerte de Noa era una gran pérdida para cualquier sociedad y la humanidad; mientras tanto, el Papa twitteó que la eutanasia y el suicidio asistido «son una derrota para todos» afirmando que estamos llamados a nunca abandonar a los que sufren, a no renunciar, sino a cuidar y amarlos para restaurar la esperanza.

No obstante, el caso es real. Noa tomó la decisión de terminar con su vida para así culminar el estrés postraumático que sufría desde que había sido violada en dos ocasiones, cuando tenía 11 años y en su decimocuarto año de vida.

“Seré directa: en el plazo de 10 días habré muerto. Estoy exhausta tras años de lucha y he dejado de comer y beber. Después de muchas discusiones y análisis de mi situación, se ha decidido dejarme ir porque mi dolor es insoportable”, dice el último mensaje que escribió en su cuenta de Instagram.