No sé si Trump quiera un acuerdo con México; lo que quiere es ganar: Krugman

El Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, argumentó que «el presidente Trump tiene la capacidad de hacer lo que quiera», referente a cancelar o no el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en una conferencia con el político Jorge Castañeda auspiciada por el New York Times en Español y la Universidad Nacional Autónoma de México. Bromeó comentando que, «la tortillas podrían salvar el TLCAN», en referencia a la mano agrícola de la que depende esa industria en relación con Estados Unidos. 

«No creo que Trump tenga una perspectiva clara del problema del TLC. Quiere que lo vean que está haciendo algo diferente, que está haciendo algo. No sé si quiera llegar a un acuerdo con México, lo que quiere es ganar. En cuanto a la sustancia, no hay mucho que decir», comentó el economista, quien ha sido una de las voces más importantes a nivel mundial contra las políticas económicas neoliberales.

Comentó además que la mayoría de los votantes de Trump creyeron en problemas imaginarios planteados por el ahora presidente, como el caso de los migrantes, «perdón que lo diga, pero es más fácil odiar a México porque es el extranjero de al lado».

En cuanto a las preguntas sobre la importancia del tratado con México y Canadá, respondió que el tema no sería tan importante si el presidente de su país no lo hubiera traído a la mesa, «El TLCAN no va a salvar el mundo. Incluso no deberíamos hablar del tema, pero tenemos al presidente que tenemos en Estados Unidos».

Además criticó los beneficios que dicho acuerdo a dado a nuestro país, «hay que ser sinceros y decir que no ha correspondido a nuestras expectativas. Sí ha habido éxito (para México) pero no ha sido espectacular». Haciendo referencia a que se creía que con el tratado se llegaría a «un milagro como el de Corea del Sur».

Insistió en que el TLCAN, «fue sobrevendido en términos de progreso», observando además que en su país los medios de comunicación no prestaron atención a las necesidades de México, «Estados Unidos enfocaron su atención al escándalo de los correos de Hilary Clinton y no a los comentarios sobre las mujeres de Trump», ejemplificó en lo que cree fue una negligencia por parte de su país.

Sobre el futuro de México

En cuanto a las preguntas del público, el Nobel habló sobre lo peligroso que es pensar que el pasado de los países fue mejor que la actualidad, «sí, nos acordamos de los buenos tiempos, pero los buenos tiempos no eran buenos. Desde la perspectiva de mi país sí hay pérdidas a veces, pero si pienso en los Estados Unidos de los 70, el racismo, la misoginia, y hoy, no preferiría los 70». Argumentó que ha habido un progreso a nivel global, siendo optimista con el futuro internacional, «si logramos sobrellevar los siguientes años sin que se acabe el mundo podremos decir que los últimos 50 años pudimos llevarlos», bromeó.

En cuanto a la educación de un país, dijo que se requiere por lo menos 20 años para ver resultados, iniciando hoy con la educación de un niño, «la gente educada es la que ha podido lograr el cambio»; en cuanto a la desigualdad, comentó que no se sabe si de ella depende el crecimiento económico de un país, «tras muchos años de investigación no sabemos por qué a unos países les va mucho mejor que a otros. Debe haber una lista de cosas: corrupción, crimen, sectores locales, inversiones».

Criticó que pese a que existen formas para acrecentar el progreso económico y ecológico, hay factores que no permiten llegar a mejores objetivos internacionales, «todos podríamos estar en el desarrollo sustentable. Pero hay algo en medio, el Partido Republicano de los Estados Unidos, ¿hay alguien aquí que pueda decirme cómo deshacerme de ellos?»