Con protesta masiva, Lula hace frente a la justicia brasileña

Al vencer el plazo para su entrega, el ex-presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva permanece acuartelado en las oficinas del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos. Aunque se ha reportado que sus abogados ya negocian con las autoridades para comenzar su sentencia, líderes de la izquierda y la población civil se manifiestan a las afueras del inmueble en señal de apoyo.

Lula tenía hasta las 5 de la tarde (hora de Sao Paulo, 3 p.m. hora de México) para entregarse. En su lugar, el ex-mandatario se acuarteló en el edifico ubicado en la localidad de Sao Bernardo do Campos, las afueras de la ciudad más grande de Brasil. Además de líderes sindicales y su equipo de abogados, Da Silva se encuentra acompañado por la cúpula del Partido de los Trabajadores, instituto político que lo llevó a la presidencia de 2002 a 2010.

Ordena juez la aprehensión de Lula

Aunque medios internacionales como El País o Infoabe reportaron que la defensa de Lula ya negociaba su entrega, el diario brasileño Folha difundió que su abogado, Jospe Roberto Batochio, sentenció que el ex-presidente «no irá al matadero cabizbajo». Aunque, agregó, tampoco habrá una rebelión o resistencia.

Aunque se esperaba que Lula hablara públicamente, el mensaje se canceló ya que el ex-presidente consideró que «no sería prudente» dirigirse a las masas. En su lugar Ze Geraldo, diputado federal del PT, ha dicho que Lula y el resto de sus simpatizantes pasarán la noche en el edificio y descartó, por el momento, la entrega.

En medio de la incertidumbre, simpatizantes de Lula y del PT han salido a las calles de la ciudad, iniciando una protesta masiva en los alrededores del edificio del sindicato. La movilización ha cobrado fuerza alrededor de Brasil, en parte gracias a la promoción que ha conseguido en redes sociales utilizando la etiqueta #OcupaSaoBernardo.

La protesta es transmitida en vivo por la cuenta oficial de Facebook del PT. Líderes del partido y de organismos sindicales han tomado la palabra para asegurar que «resistirán hasta el fin» con tal de defender la libertad de Lula. De igual manera, han llamado a más movilizaciones en Sao Paulo y en Brasilia, capital del país.

Las muestras de apoyo se han extendido más allá de las fronteras del gigante sudamericano. En la embajada brasileña de Buenos Aires, un grupo de manifestantes levantó pancartas con la leyenda «Lula Livre». Actos similares se registran en los consulados de Córdoba, Argentina; Caracas, Venezuela; y Washington D.C., Estados Unidos. También entre trabajadores de Montevideo, Uruguay y en la ciudad de Nueva York.

Manifestaciones ya se registran en otras ciudades de Brasil, como Curitiba, donde se ubica la «sala especial» donde Lula deberá pasar los próximos 12 años como parte de su sentencia por corrupción. Esta celda de 15 metros cuadrados cuenta con una cama, un baño y una mesa con sillas. El ex-presidente podría recibir la visita de su familia cercana los miércoles, mientras que todos los demás que deseen verlo necesitan solicitar un permiso judicial.

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