Envía Trump Guardia Nacional a Los Ángeles ante protestas por redadas contra migrantes

El presidente de Estados Unidos de América, Donald J. Trump, envió elementos de la Guardia Nacional a Los Ángeles, California, ante las protestas ciudadanas contra detenciones de migrantes por parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En tanto, las autoridades californianas reaccionaron ante la amenaza federal de escalar su respuesta y hacer uso de Fuerzas Armadas.

A través de un comunicado emitido la noche del sábado, Donald Trump informó que ordenó el despliegue de al menos 2,000 efectivos de la Guardia Nacional de Estados Unidos en Los Ángeles. Señaló que la duración del servicio en dicho lugar será de 60 días, lapso que podría ser modificado a discreción por el secretario de la Defensa, Pete Hegseth, quien también podrá emplear a cualquier otro miembro de las Fuerzas Armadas regulares, según sea necesario, para aumentar o apoyar la protección de funcionarios y propiedades federales en el número que considere necesario.

«Las protestas violentas amenazan la seguridad de los centros federales de detención de inmigrantes y otras propiedades federales, y causan daños considerables a estos. En la medida en que las protestas o los actos de violencia inhiben directamente la aplicación de las leyes, constituyen una forma de rebelión contra la autoridad del Gobierno de Estados Unidos», apuntó.

Tras dicho anuncio, el secretario de Defensa declaró, a través de sus redes sociales, que bajo la presidencia trumpista la violencia y la destrucción, contra agentes e instalaciones federales, no se tolerarán. En tanto, haciendo referencia a sus nuevas facultades, mencionó que si la violencia continúa, también se movilizarán a los marines en servicio activo en Camp Pendleton, subrayando que están ya en alerta máxima.

Minutos después, Gavin Newsom, gobernador de California, calificó como «perturbador» el comportamiento del encargado de las Fuerzas Armadas por amenazar con desplegar marines en servicio activo contra sus propios ciudadanos. Ante ello, Pete Hegseth dijo que lo desquiciado era permitir que su ciudad se queme y que las fuerzas del orden sean atacadas; subrayó que hay mucho espacio para la protesta pacífica, pero «cero tolerancia» a ataques contra agentes federales que están haciendo su trabajo.

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Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, quien el viernes había expresado su indignación por las redadas antimigrantes de agentes federales, aseguró que los reportes de disturbios fuera de la ciudad, incluyendo en Paramount, eran profundamente preocupantes, por lo que estaba en contacto directo con oficiales en Washington, D.C. y cuerpos policiales para encontrar la mejor solución. Adicionalmente, mencionó que todos tienen derecho a protestar pacíficamente, pero la violencia y destrucción son inaceptables, de modo que los responsables deberán rendir cuentas.

«Quiero agradecer al Departamento de Policía de Los Ángeles y a las fuerzas del orden locales por su trabajo esta noche. También quiero agradecer al gobernador Newsom por su apoyo. Para que quede claro, la Guardia Nacional no se ha desplegado en la ciudad de Los Ángeles», señaló a la 1:22 a.m.

Sin embargo, a las 9:03 a.m. el «Comando Norte» compartió, en su cuenta de X, fotografías del despliegue diciendo que podía confirmar que elementos del Equipo de Combate de la 79.ª Brigada de Infantería de la Guardia Nacional de California han comenzado su despliegue en el área de Los Ángeles. Apuntó que algunos ya se encuentran en el terreno y que proporcionará información adicional a medida que se identifiquen y desplieguen las unidades.

Por su parte, Donald Trump comentó que la Guardia Nacional estaba haciendo ya un excelente trabajo en Los Ángeles tras dos días de «violencia, enfrentamientos y disturbios» Además, expresó que el gobernador Newscum y la alcaldesa Bass son unos «incompetentes» que fueron incapaces de manejar tanto los incendios forestales como la actual situación.

Finalmente, el presidente estadounidense acusó que las protestas están siendo realizadas instigadores y alborotadores pagados por la «izquierda radical». En tanto, sentenció que estas no serán toleradas y que no se permitirá el uso de mascarillas en las protestas, preguntando qué tienen que ocultar estas personas y por qué.