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Metrópoli

Aboga Paloma Saiz por reforma para evitar destrucción de libros no vendidos

Paloma Saiz, directora de la Brigada para Leer en Libertad, abogó por la realización de una reforma que evite la destrucción de los libros no vendidos. En tanto, la jefa de Gobierno de Ciudad de México (CDMX), Clara Marina Brugada Molina, sugirió que se haga una subasta de artículos en el 19° Gran Remate de Libros, Discos y Películas para posicionar la mayoría.

Durante el remate de libros, Paloma Saiz expresó que había varias razones para llevar a cabo una edición más del remate de libros, siendo la primera favorecer a la gente que quiere leer con materiales a precios bajos. No obstante, comentó que la principal es porque también ayudará a la ciudadanía a todos los editores y los distribuidores a vaciar sus bodegas.

«Estamos salvando libros, la idea de este remate es justamente salvar libros. Para los que no saben la razón […] los libros que no se vendan aquí, la mayor parte de ellos van a ir a una trituradora, así de terrible. Sí, porque no pueden mantener en bodegas tantos libros», pronunció en el evento de la mandataria capitalina.

La promotora de la lectura informó que está viendo la posibilidad de promover una reforma para que haya posibilidades de que se donen libros sin tener que pagar impuesto por ellos, en lugar de que sean destruidos. Mencionó que esto en especial sería para aquellas empresas que pongan en instancias gubernamentales sus publicaciones.

Paloma Saiz expresó su deseo de que el remate de libros y discos llegue a «todo el mundo», resaltando que puede llegar a más gente gracias a que el evento se desarrolla en la Semana Santa, donde suele haber vacaciones o descansos. Asimismo, resaltó que en esta temporada la CDMX recibe a mucha gente del interior de la República, misma que se puede hacer de muchos ejemplares muy baratos.

Finalmente, resaltó que la infraestructura es financiada por los mismos expositores y que es decisión de ellos dar los libros a un precio más bajo.

Por su parte, Clara Brugada sugirió a los expositores hacer una subasta en el último día de las ventas del gran remate de libros. Esto a fin de evitar que mucho de su material termine en las trituradoras por no poder seguirlo almacenando ni donar.

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