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Metrópoli

«Tiempo de mujeres tiempo de hacer justicia a ellas; es la revolución pendiente «: Brugada

Foto: Especial

La jefa de Gobierno de Ciudad de México (CDMX), Clara Marina Brugada Molina, declaró que el tiempo de mujeres del que se habla en la Cuarta Transformación se trata de hacer justicia a ese sector poblacional. Asimismo, delineó algunos de los aspectos necesarios para consumar la «revolución pendiente» en pro de la población femenil.

Durante el «Foro República de y para las mujeres», del Plan Nacional de Desarrollo, mencionó que ahora con la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el inicio del Segundo Piso de la Cuarta Transformación se ha estado hablando de que hoy es «tiempo de mujeres». Al respecto, explicó que si bien es cierto que se ha buscado con ese discurso que haya representación de estas en cada órgano de gobierno, en realidad la frase atañe a la búsqueda de justicia para ellas.

La mandataria local expuso que han habido diversos cambios en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y leyes para reconocer derechos de las mujeres. Sin embargo, consideró necesario que eso plasmado en la normativa mexicana se convierta en realidad, empezando por difundir su contenido , ya que la mayoría de las mujeres no conocen los derechos que tienen.

«Implica un gran esfuerzo para hacer que todas las mujeres se empoderen conociendo sus derechos. Implica también que condiciones que se han avanzado —por ejemplo en la Ciudad de México— puedan también asumirse en otras partes del país. Creo yo que una tarea fundamental es que todos los gobiernos de la transformación podamos asumir y reivindicar que la tarea de los cuidados, debe socializarse no solo al interior de las casas, no solo en la familia sino en la sociedad», pronunció.

La exalcaldesa de Iztapalapa opinó que los gobiernos y el Estado asumir como una responsabilidad propia la tarea de los cuidados y no solo las mujeres. Advirtió que para ello será necesario construir una ley del sistema público de cuidados a nivel nacional, así como asegurar recursos en todos niveles de gobierno para garantizar que las barreras que enfrentan para salir adelante puedan removerse.

Como en ocasiones anteriores, se comprometió a apoyar desde el Gobierno de Ciudad de México a empresas lideradas por mujeres, dándoles prioridad a la hora de otorgar contratos para impulsar más a estas en el rol económico. A la par, precisó que para combatir la brecha educativa y la deserción escolar de las niñas y jóvenes debería haber un proyecto nacional y estatal que ayude a que las mujeres concluyan el ciclo escolar dando un estímulo para que continúen sus estudios.

Clara Brugada mencionó que en contra de la violencia hacia las mujeres se debe actuar para evitar delitos como la violación sexual y el feminicidio. Sobre este último, mencionó que la fiscalía capitalina ha logrado reducir la impunidad y demostrado que se puede caminar en la lucha contra este tipo de ultrajes; sin embargo aceptó que aún no se acaba con los problemas y hace falta seguir trabajando en la materia para que gocen de una vida libre de violencia.

Junto a todo ello también planteó que en materia de salud es necesario proponer a nivel nacional, con participación de los tres órdenes de gobierno, un programa para acabar con el cáncer de mama y con el cáncer cáncer cervicouterino. Especificó que eso requeriría mucho trabajo de prevención y de saber que una mujer puede enfrentar situaciones que pueden ser combatidas y resueltas favorablemente; asimismo puntualizó que ello requeriría de una transformación radical del sector garantizando una gran inversión en infraestructura médica a fin de que en todos los municipios y en las ciudades hayan los suficientes mastógrafos, médicos y médicas que estén haciendo exámenes de detección oportuna.

Finalmente , consideró importante garantizar programas que garanticen que a trabajo igual salario sin importar el género de la persona empleada. Ante eso, llamó a trabajar en las demandas históricas de las mujeres, asegurando que aún viven en un nivel que parece esclavitud al limitarlas laboralmente, económicamente y encasillarlas en las labores de cuidado

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