Invierte Aguakan 425 mdp en planta tratadora para devolver el agua a los mantos acuíferos

“La preservación del medio ambiente es una de nuestras más grandes responsabilidades”, reza uno de los principales objetivos de Aguakan, empresa de abasto de agua, alcantarillado y saneamiento presente en cuatro municipios de Quintana Roo: Benito Juárez (Cancún), Isla Mujeres, Puerto Morelos y Solidaridad (Playa del Carmen), cuyo lema se refleja en la reciente millonaria inversión que acaba de hacer en su nueva planta de tratamiento de aguas residuales “Norponiente II” por 425 millones de pesos con el único propósito de reinyectar esa agua a los mantos acuíferos.

Lejos de pensar que el agua tratada tendrá un segundo uso en la industria o será vendida para ser ocupada en otras actividades como ocurre en otras zonas del país, Aguakan inyecta los 200 litros por segundo que trata en esa sola planta —que representa el 70 por ciento de lo que distribuye como agua potable a esa área de donde recolecta—, a los mantos freáticos a una profundidad de más de 120 metros para que este líquido cumpla su ciclo y esté listo para ser extraído en varios años más, pero como agua para consumo humano, una vez que ha pasado su proceso de filtración natural.

En un recorrido por la enorme planta tratadora recién inaugurada que comparte un terreno de 15 hectáreas con la planta Norponiente I, Paul Rangel Merkley, director general de Aguakan, explica a ContraRéplica que actualmente la empresa tienen una red de 2 mil 500 kilómetros de tuberías donde recolectan las aguas residuales que son llevadas a las 13 plantas tratamiento que actualmente operan y que este mismo 2024 están por incrementar a 16 con tres nuevas que se sumarán.

Detalló también que el proceso de tratado de última generación en la que ha invertido la empresa para tratar las descargas de 150 mil clientes que llegan a la Norponiente II, pasa diferentes etapas que van desde la recepción, filtrado, las tinas de digestores anaerobios (microorganismos que descomponen la materia orgánica), para finalmente pasar por rayos ultravioletas que dan una garantía superior de tratamiento que implica que el agua llegue a esta etapa con un color transparente que pareciera ser potable, todo ello, previo a caer en los pozos de inyección, con lo que se cumple con la norma NOM-001-SEMARNAT-2021, que fue publicada apenas en 2022 y que pese a que tienen hasta 2027 para implementarla, esta nueva planta ya opera bajo este requerimiento.

Todo este proceso que realiza la planta tratadora está automatizado, pues cuenta con tecnología japonesa de sus colaboradores, la empresa Mitsui México —pero tecnología también de colaboraciones de al menos 48 países más—, quienes les han transferido conocimiento y desarrollo. Sobre la operación de esta tecnología han capacitado a los empleados de Aguakan permitiendo que ahora sean ellos quienes ejecuten esta tecnología desde su centro de operaciones de Norponiente II o vía remota.

Previendo también las condiciones de la naturaleza al estar ubicados en una zona costera donde la llegada de tormentas y huracanes siempre es latente, la empresa de origen e inversión cien por ciento mexicana, cuenta con una planta de energía que permite garantizar la operación de la planta tratadora aunque haya apagones o cortes de luz por largos periodos de horas o incluso días, pues el director general reconoce que sería difícil para sus clientes no solo no tener agua, sino lidiar con las descargas de aguas negras.

Pero esta reserva de energía es solo una parte de todo el proceso de consumo de energético que tiene la planta, pues ellos generan la mayoría de electricidad que necesita la planta tratadora para su operación, esto a través de paneles solares dispuestos en un extremo de la planta, y otro porcentaje del mismo proceso de tratado de la materia orgánica pues esta produce biogás. Sin embargo, pese a tener la capacidad de producir el 100 por ciento de la energía que necesitan, la regulación federal no permiten que así lo hagan, porque deben consumir electricidad a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y lo que a ellos les sobra simplemente deben “quemarlo”.

En general, todo el proceso de tratado de aguas residuales busca coadyuvar con la sostenibilidad del país y con los objetivos 20230 marcados en la agenda de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de los que México es parte, principalmente en el sexto “agua limpia y saneamiento”.

En medio de su gestión ambiental, Aguakan ha conseguido reconocimientos como una empresa socialmente responsable, por quinto año consecutivo, por su colaboración con la sociedad de su entorno a través de programas que ayudan a tener una vida mejor, como colaboración en el pago de tratamientos de cáncer de mama y de próstata, hacen limpieza de playas, cenotes y manglares, además de que dan cursos de verano para niños, pláticas, taller y tienen un programa permanente de acopio de taparroscas para ayudar a la organización Tapitas A.C que ayudan a niños con cáncer.

También organizan torneos de futbol como parte de la promoción del deporte, ayudan a construir espacios deportivos y participan de las celebraciones ambientales como el Día Mundial de los Humedales, Día mundial del agua, Día Internacional de la Madre Tierra o el Día Internacional del Medio Ambiente.

Asimismo, acaban de conseguir en 2022 la certificación “Great place to work” como uno de los mejores lugares para trabajar. “Sabemos la importancia de construir con base en la confianza. Queremos ser y formar líderes que inspiren y compartan nuestros valores. Queremos seguir aprendiendo juntos”, señala el departamento de Recursos Humanos.

Por otro lado, sobre la concesión que tienen desde hace 30 años para operar la distribución, alcantarillado y saneamiento de aguas en Benito Juárez (Cancún), Isla Mujeres, Puerto Morelos y Solidaridad (Playa del Carmen), y que le fue extendida en 2014 en el gobierno del priista Roberto Borges hasta 2053, pero que tras la llegada de la morenista Mara Lezama le intentaron suprimir, para presuntamente concesionarla a otro operador, de acuerdo con información de medios locales, Paul Rangel, director general de Aguakan, confía en mantenerla porque afirma que han ganado los recursos legales para seguir operando el servicio al que le han invertido alrededor de 8 mil millones de pesos en estructura hidráulica.

En ese sentido, detalló que las inversiones que se hacen para seguir operando los servicios con cada vez mejor calidad son pensadas a largo plazo, en promedio a 30 años, para poder recuperarla y empiece a ser rentable, por ello “aunque se escuche mucho tiempo”, la concesión es esa cantidad de años. E incluso adelantó que siguen haciendo inversiones, tan solo este año inaugurarán tres plantas tratadoras más y están en la construcción de un nuevo acueducto que tuvo una inversión de 200 millones de pesos y que permitirá un mejor abasto de agua en la zona sur de Cancún, al tiempo que desarrollan infraestructura en zonas donde el crecimiento poblacional señala, ello, para “adelantarse” a la marcha urbana y planear los servicios.

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