Lorenzo Córdova mide su popularidad con dinero del INE

En las dos encuestas que el Instituto Nacional Electoral (INE) mandó a realizar con dinero público en abril y septiembre de este año para preguntar sobre el conocimiento que tenía la población acerca de la iniciativa de reforma electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, destaca que también se cuestionó a los ciudadanos si conocían al consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello.

Pese a no ser ese el objetivo de las encuestas, tanto en el sondeo de abril como en el de septiembre, los cuales costaron 48 mil cada uno, es decir, 96 mil pesos, se cuestionó a los ciudadanos si conocían a Lorenzo Córdova. En la primera, el 29 por ciento de los encuestados, que de acuerdo con el contrato firmado por el coordinador de Comunicación Social del INE, Rubén Álvarez Mendiola, se realizó a 400 personas, dijo que no lo conocía, pero eso representó un avance de 15 puntos en comparación con la encuesta previa que mandó a realizar en noviembre de 2021 en la que sólo 14 por ciento sí sabía quién era.

Pero que sumado en conjunto con las personas que no sabían su nombre, pero que en algún momento habían escuchado hablar de él o que reconocían su nombre, el presidente del INE tuvo un aumento de 28 puntos más, es decir, de manera global obtuvo un 57 por ciento.

Sin embargo, la cantidad de personas que no lo conocían era de 43 por ciento, lo que también representó un avance contra el 60 por ciento que no sabía quién era en noviembre del año pasado.

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En el sondeo más reciente, el de septiembre, “el INE” volvió a preguntar a la ciudadanía acerca de si conocían a su consejero presidente, y cuyos resultados arrojaron que Córdova Vianello ganó más notoriedad obteniendo un 60 por ciento de reconocimiento de la gente, 36 por ciento que sabía su nombre y 24 por ciento de que sabían a quién se referían cuando lo mencionaban.

En ese mismo sentido, disminuyó ligeramente la cantidad de personas que ignoraban quién era, pues del total de encuestados el 40 por ciento aún desconoce al consejero del INE, pero que es una cifra menor al 43 y 60 por ciento de abril y noviembre de 2021, respectivamente.

Ante el descubrimiento de estas preguntas encaminadas a satisfacer dudas específicas sobre el consejero presidente, el representante de Morena ante el órgano electoral, el diputado Mario Rafael Llergo cuestionó si Lorenzo Córdova “¿se prepara para el 2024?”, al tiempo que cuestionó el uso de recursos públicos para medir si el pueblo lo conoce.

“En democracia, cualquier mexicano puede aspirar legítimamente a un encargo público, pero ¿Por qué se mide con recursos públicos? Resulta pertinente preguntarse ¿Estamos ante un vulgar caso de culto a la personalidad o cómo beneficia al Pueblo esta información?”, sostuvo.

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En estas mismas encuestas, también llama la atención que el Instituto Nacional Electoral haya solicitado medir la aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la cual no se revelan sorpresas a las que continuamente publican medios de comunicación o de las que da a conocer el propio presidente de firmas extranjeras.

En el sondeo de abril de este 2022, López Obrador contó con el respaldo de 61 por ciento, muy por encima del 26 por ciento que dijo desaprobar su gobierno. En tanto que en el de septiembre tuvo una ligera baja en la aprobación al colocarse en 56 por ciento, aun así, por encima de la barrera de los 50 por ciento. Y además de que también bajó la cantidad de personas que desaprobaron su administración al posicionarse en 25 por ciento.

Pero no solamente eso, el INE ordenó que se analizara la gestión presidencial, pero con base en la escolaridad de los encuestados, dando como resultado que en abril el 73 por ciento de quienes aprobaban al presidente estudiaron la primaria, 68 por ciento con nivel de secundaria, 54 por ciento preparatoria y 59 por ciento la universidad.

Para septiembre, la tendencia permaneció similar al obtener el 73 por ciento de aprobación de quienes estudiaron primaria, 55 por ciento los que tienen secundaria, 48 por ciento los de preparatoria y 53 por ciento que cuentan con un grado universitario.