El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) entregó los Premios Nacionales de Arquitectura e Ingeniería 2020 a Gabriel Chávez de la Mora y Francisco José Garaicochea, quienes fueron destacados por sus aportes a la nación más allá de “grandes edificaciones”.

La conferencia matutina de AMLO estuvo este jueves únicamente dedicada a la entrega de Premios de Arquitectura e Ingeniería 2020. El primero de ellos fue para el arquitecto y fraile benedictino Gabriel Chávez de la Mora, quien recibió el Premio de Arquitectura 2020 por su amplio trabajo en México y el extranjero.

Entre sus trabajos más conocidos se encuentran el ser coautor de la actual Basílica de Guadalupe junto a Pedro Ramírez y José Benillure; el conjunto pastoral de Villahermosa, Tabasco; la Capilla Ecuménica La Paz en Acapulco Guerrero; y la capilla Guadalupana en Ciudad del Vaticano.

Te puede interesar: Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México piden a AMLO reflexionar sobre el acuerdo de obras

El arquitecto José Francisco Reygadas Valdéz, presidente de la Academia Nacional de Arquitectura, consideró a su homólogo de 92 años como el «heredero de la mística tradicional medieval y el espíritu renacentista y comprometió con sus raíces prehispánicas y profundamente mexicanas».

Asimismo, destacó que sus obras tienen como características el aprovechamiento de la luz solar para conseguir el equilibrio entre el trabajo, la meditación y sueño. En tanto, destacó que su labor no quedó solamente circunscrita a la religión, pues también ha tenido aportaciones culturales y sociales.

El Premio de Ingeniería 2020 fue para el ingeniero petrolero Francisco José Garaicochea. Al respecto, el exsecretario de Comunicaciones de AMLO Javier Jiménez Espriú, señaló que este debe ser un ejemplo para las próximas generaciones de lo que debe ser el ingeniero mexicano.

En específico, Jiménez Espriú argumentó que los profesionistas más jóvenes deben aprender que no puede existir un ingeniero de excelencia sin ideología, ni identidad nacional. Por último, afirmó que la ingeniería sin ello es solo comercio y quienes así la practican son mercaderes que se contratan, con frecuencia sin escrúpulos, al mejor postor.