La Fiscalía General de la República (FGR) informó que Emilio Lozoya sigue siendo procesado tras por los sobornos que recibió por la constructora brasileña Odebrecht y defendió la investigación. Esto tras la polémica que desató una serie de fotografías y videos donde se le veía comiendo en un restaurante de lujo y una solicitud puntual del presidente de la República.

La FGR emitió un comunicado donde señaló que Emilio Lozoya sigue siendo procesado y precisó que los tiempos que se le dieron para aportar las pruebas de sus declaraciones están por terminar. De acuerdo con esta institución, el acuerdo del Juez de Control del Reclusorio Norte estableció como límite el 3 de noviembre.

También recordó que el exdirector de Pemex solicitó el criterio de oportunidad que establece el Código Nacional de Procedimientos Penales en su artículo 256. Con este, aclaró, aceptó denunciar a sus cómplices y encubridores del caso Odebrecht, así como de la compra de la planta de fertilizantes Agro Nitrogenados.

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Los dirigidos por Alejandro Gertz Manero resaltaron que Emilio Lozoya ha aportado pruebas necesarias para la judicialización de los otros involucrados en los casos investigados. Como prueba de su actuar y en defensa de la investigación, la FGR señaló que estas pruebas se han ido desahogando, lo que permitió judicializar a un primer grupo de legisladores que recibieron sobornos millonarios para votar en favor de los intereses de Odebrecht.

Esto en relación a Jorge Luis Lavalle, exsenador del Partido Acción Nacional (PAN) quien se encuentra preso por operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho por presuntamente recibir los sobornos, y Ricardo Anaya Cortés, quien actualmente enfrenta la misma acusación con la imputación de los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa.

Finalmente, ante la petición del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por transparentar lo ocurrido, la Fiscalía aseguró que así será tal como se dio a conocer públicamente el 6 de enero de 2021.

Emilio Lozoya está acusado de recibir sobornos por 10 millones de dólares por parte de la empresa Odebrecht a fin de que se vieran beneficiados en contrato. Dicho dinero habría sido destinado posteriormente a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto y la compra de votos de legisladores para la aprobación de la reforma energética.