Muñoz Ledo y Pablo Gómez niegan crisis partidista de Morena

Pablo Gómez y Porfirio Muñoz Ledo, dos de los políticos con mayor experiencia dentro de las filas de Morena, niegan que el partido se encuentre en crisis ante la elección de Alfonso Ramírez Cuéllar como presidente interino y el intento de impugnación que intenta realizar Yeidckol Polevnsky a esta decisión al intentar dejar sin validez el pasado Consejo Nacional Extraordinario de Morena.

El diputado Pablo Gómez mencionó que el Consejo Nacional Extraordinario de Morena, realizado el pasado domingo 26 de enero, procedió a elegir al presidente interino Alfonso Ramírez Cuellar que se encargara de convocar a elecciones.

“Él es el presidente”, dijo el ex líder estudiantil del movimiento del 68, afirmando que la “compañera Yeidckol” fue elegida únicamente en su momento como secretaria general y que asumió el despacho de acuerdo al estatuto de Morena ante la petición de licencia del entonces presidente del partido, Andrés Manuel López Obrador.

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Este insistió en que la crisis de Morena no existe, ya que un partido en crisis es un lugar del cual muchos se quieren ir, caso contrario al de Morena al que muchos quieren ingresar, según declaró Pablo Gómez. “Uno de los temas internos es hasta dónde y cómo hay que admitir a los que quieren ingresar”, declaró el diputado.

Por eso, dijo el legislador morenista, el tema de la presidencia de Morena y el Comité Ejecutivo se trata mas bien de un lío y no de una crisis, dado que no se trata de sustituir a Yeidckol Polevnsky porque ella nunca fue presidenta de Morena sino solo encargada de la presidencia, punto que considera necesario precisar “porque no es cualquier cosa”.

Por su parte, Porfirio Muñoz Ledo coincidió con estos comentarios y dijo que él no veía ningún conflicto o problema en Morena ya que Alfonso Ramírez Cuellar fue electo como presidente interino y es alguien a quien todo el partido está aceptando. No obstante, agregó que las pugnas por el poder, como pudiera estar sucediendo dentro del partido oficialista, ocurre en todos los partidos e incluso “en los conventos”.