“El INE ha creado una democracia para ricos en México”: Juan Villoro

El escritor Juan Villoro (1956) considera que el Instituto Nacional Electoral (INE), que encabeza su consejero presidente Lorenzo Córdova, está creando “una democracia para ricos” y “racista”, en donde prevalece la inequidad y la discriminación, en particular contra candidatas independientes como la indígena, María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy.

Pero advierte que si la nahua de Jalisco no consigue reunir las 866 mil 593 firmas que establece la legislación electoral para que los independientes puedan participar en la elección presidencial del año próximo, “quien fracasa es la sociedad” mexicana, “que pretende abrir las puertas y las está cerrando”. El esfuerzo de Marichuy, añade, al final “va a demostrar la enorme inequidad” con que se está llevando la elección por parte del INE.

Villoro asegura que la médico tradicional y defensora de los derechos humanos actualmente es la candidata “más limpia”, aunque también “la más débil” por las condiciones que se establecieron para los aspirantes independientes a estar en la boleta de la elección presidencial del 1 de julio de 2018. Explica así su distanciamiento con el proyecto de López Obrador, al que apoyó en las elecciones presidenciales de 2006 y de 2012.

El narrador, ensayista y periodista forma parte del grupo de intelectuales mexicanos que apoyan y promueven la campaña de recolección de firmas de apoyo para que la “vocera” del Congreso Nacional Indígena pueda entrar a las boletas de la elección presidencial de 2018. Sin embargo, al 11 de diciembre Marichuy apenas había sumado 91 mil 365 firmas, el 10 por ciento del total de 866 mil 593 que se estableció como mínimo a los independientes.

En entrevista con motivo de la aparición de su nuevo libro de ensayos literarios La utilidad del deseo (Anagrama, 2017), que se presenta la noche de este jueves 14 de diciembre en la librería Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo, Villoro expone que “es muy complicada” la situación de la campaña de María de Jesús Patricio Martínez, por la inequidad del INE.

El hijo del filósofo e indigenista Luis Villoro recuerda que el Congreso Nacional Indígena, vinculado al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), decidió participar en una campaña “totalmente desigual” justamente para protestar contra la discriminación, pero que lo primero que recibe el proyecto que impulsa a Marichuy es un recurso discriminatorio, en referencia a la aplicación para celulares que estableció el INE que la ciudadanía debe descargar para sumar su adhesión a alguno de los cinco candidatos “independientes”.

“Es una aplicación que hay que descargar en un teléfono de gama media, que cuesta unos 5 mil pesos, y que es prácticamente inasequible para muchas comunidades que no tienen conectividad, que no tienen luz eléctrica y que no tienen recursos”, explica el narrador.

“Se ha creado una democracia para ricos por parte del INE, en la que es muy difícil participar”, advierte Juan Villoro, quien a mediados de noviembre, junto con medio centenar de intelectuales y artistas como Francisco Toledo, Paul Leduc, Óscar Chávez y Pablo González Casanova, firmó un desplegado pidiendo al INE mayor equidad en la contienda de los independientes y permitir que la recolección de firmas pudiera hacerse en papel y no sólo por una aplicación. El INE respondió con una carta minimizando las quejas.

El escritor y periodista también subraya en la entrevista que los partidos políticos son los que crean las condiciones de acceso para los candidatos independientes, entre ellas una cuota altísima de firmas y repartidas en al menos 17 estados de la República.

“Va a ser muy, muy difícil llegar a esto (conseguir las casi 900 mil firmas). Pero justamente se trata de hacer un esfuerzo enorme, entre otras cosas, si no se llega a la boleta, para demostrar la imposibilidad de hacerlo, para demostrar la enorme inequidad”, dice Villoro.

De los supuestos candidatos independientes, hasta el momento el que está más cerca de alcanzar el número establecido por el INE es el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, con 810 mil 051 (93.47 por ciento). Ni siquiera la esposa del ex presidente Felipe Calderón está con posibilidades hasta ahora, pues Margarita Zavala apenas ha sumado 400 mil 581, menos del 50 por ciento de las necesarias. El tercero es el senador y ex perredista Armando Ríos Piter, con 225 mil 937 (29.53%) y en el último lugar está el periodista Pedro Ferriz de Con, debajo de Marichuy con 75 mil 392 (8.69%)

Al respecto, Villoro expone que El Bronco y Zavala tienen personal a sueldo trabajando para recolectar firmas, a diferencia de María de Jesús Patricio, y aun así no han logrado cumplir con la cuota, a 71 días de que se cumpla el plazo electoral para ello. Añade que ese personal a sueldo es pagado por “nosotros, los contribuyentes” y cuestiona que realmente estos candidatos sean “independientes”.

“Muchas de esas personas a sueldo de Zavala y El Bronco son pagadas por nosotros, los contribuyentes. Es el tipo de independientes que se está buscando.»

“Este ejercicio de participación (de Marichuy) servirá también para desnudar esta inequidad de la contienda. Y para que las comunidades indígenas se organicen mucho mejor y es un movimiento que seguirá más allá de esta circunstancia puntual. Yo he estado muy contento de ser un testigo y acompañante de este proceso”, explica el autor de De eso se trata.

Los diarios hablan en conjunto de los independientes como de un fracaso de este proceso electoral. En el caso de Marichuy, ¿quién fracasa si ella no consigue las firmas?

Fracasa una sociedad que pretende abrir puertas y las está cerrando. Esa es la característica esencial. Si tú quieres hacer un partido político en Italia, en Francia, en España, es facilísimo. Una organización política como Podemos surgió de la nada y contó con todo el apoyo legal para convertirse en una plataforma pública. En México esto es imposible, la democracia está cerrada y es el tipo de democracia que han construido los partidos políticos que han entendido que la política es un negocio maravilloso para los que están adentro, y que no hay que dejar entrar a nadie más. Los ciudadanos sólo tenemos poder el día del voto y el domingo ya caduca nuestro poder, la noche del domingo.

Dices que se está creando una democracia para ricos. ¿Es también una democracia para blancos, para mestizos, racista?

Desde luego la discriminación es muy clara y por eso me interesó muchísimo la candidatura de Marichuy Patricio, porque ella representa a los que han sido doblemente segregados: los indígenas y las mujeres. Es muy significativo el hecho de que en todos sus actos sólo hablan mujeres y hay una propuesta muy interesante de romper con una sociedad patriarcal y una sociedad racista. Y eso lo estamos poniendo también ahorita en blanco y negro y se está constatando que no es posible luchar, pero lo estamos demostrando en los hechos.

A ti que te encanta la ironía en tus libros, en el nombre de María de Jesús Patricio Martínez hay una ironía brutal. Se apellida “Patricio” una mujer que ha sido siempre marginada.

Exactamente. En su propia familia, en su propia condición campesina, en su propia condición de mujer. Y se está rebelando contra todo esto.

En 2006 tú apoyabas a Andrés Manuel López Obrador. Y ahora ya no. ¿Qué cambió? ¿Cambiaste tú? ¿Cambió López Obrador? ¿Cambió el país?

Primero que nada cada uno de nosotros nos tenemos que situar en las alternativas que estamos enfrentando. A lo largo de la historia ha habido cambios muy notables. El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, por ejemplo, renunció al partido que él fundó, que es el PRD, y yo creo que esto lo honra, porque ya no es el partido que él había fundado. Entonces en el 2006 claramente López Obrador era el mejor candidato, en el 2012 era el menos malo. Pero ahora, al haber una opción diferente como la de María de Jesús Patricio, que rompe con los esquemas de los partidos establecidos, ésta es la opción que hay que apoyar.

“Después del 2006 López Obrador, que tiene una innegable capacidad para la lucha social y que es una persona absolutamente entregada a su causa, pues también con el plantón, al aceptar ser “presidente legítimo”, al insistir exageradamente en el fraude y no en su propio proyecto y en las cosas que él podría haber hecho para ganar, pues se ha ido debilitando. Es un candidato, como todos, sujeto al juicio de la historia, y creo que el juicio de la historia es más exigente con él ahora, precisamente porque lleva mucho tiempo en la arena pública”, sostiene el autor de El testigo (Anagrama), premio Herralde de Novela en 2004.

Villoro recuerda que él empezó militando en el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), que dirigía Heberto Castillo, y este partido se extinguió voluntariamente para formar un frente amplio de izquierda, que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas para la elección presidencial de 1988, que terminó con el presunto fraude de Carlos Salinas y el PRI.

“¿Quiere decir esto que fuimos incongruentes respecto a nosotros mismos porque no seguimos nuestro partido? Me parece que no. Fue una transformación en función de un proyecto más amplio que nosotros. Creo que fue una transformación generosa. Y así como hay que actuar en política, hay que ir viendo en cada momento dónde te puedes situar tú. Y creo que ahora, si pensamos en los cambios que deben ser desde abajo, y no con componendas, con pactos, con triquiñuelas politiqueras, pues la opción más limpia, más interesante, para mí es la de Marichuy. Y probablemente la más débil, también. Pero siempre hay que estar con las causas que pierden por buena razón”, concluye el ensayista.