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Cultura

Virginia Wolf y su legado a 136 años de su nacimiento

Foto: Especial

La mujer, escritora, autodidacta, ídolo feminista y poeta Virginia Wolf  es recordada hoy por su 136 aniversario. La también novelista, ensayista, editora y crítica es considerada un parteaguas del feminismo en el siglo XX.

Virginia empezó a escribir regularmente artículos y críticas en el periódico ‘The Guardian’  y para el suplemento literario de ‘The Times’, algo que continuó haciendo el resto de su vida.

Pero Woolf tuvo su aparición en la corriente feminista cuando publicó ‘Una habitación propia’ en 1929, texto feminista basado en las conferencias que había impartido en universidades de mujeres, y en el que reflexiona sobre el papel femenino en la literatura, planteando la idea de que “una mujer debe tener dinero y una habitación propia si quiere dedicarse a escribir ficción”, esta frase es una de las más representativas de su pensamiento.

Posteriormente publicó ‘Las olas’ (1931), considerada por diversos críticos la mejor y de las más difíciles creativamente hablando de sus obras. En 1940 dio a conocer ‘Tres Guineas’, ensayo en el que continuó con los temas feministas de ‘Una habitación propia’ y donde también dirigió su mirada al fascismo y la guerra.

Su figura fue renovadora de la lengua inglesa y de la novela moderna, con su obra ‘Al faro’ (1927). Es considerada una poeta capaz de no solo crear versos apasionados y épicos sino también retratos reales de su propia vida, con sus bajos y altos, con un detalle impresionante que sumerge en un ambiente solemne desde sus ojos, sensibles y profundamente melancólicos.

En su obra se encuentran personajes llenos de soledad e inseguridades que aparentan ser invisibles y poco capaces de actuar e interactuar con las personas, un claro ejemplo de esto es Rhonda de su texto ‘Las Olas’.

A mediados de los años 30 era considerada una intelectual, además de una escritora innovadora e influyente y una feminista pionera. Sin embargo, a pesar de su éxito literario, ella continuó sufriendo regularmente episodios depresivos y cambios de humor dramáticos.Ya que era bipolar y tenía episodios donde se negaba a comer y aseguraba escuchar cantar a los pájaros en griego, razón por la que los médicos le acabaron diagnosticando demencia, momentos que la fueron perjudicando cada día más.

Al pasar el tiempo, según el diario El País, sus episodios fueron acompañados de un desequilibrio emocional que la llevaron a su final. A sus 59 años se enfrentó ante una situación donde fue incapaz de soportar la desesperación y el 28 de marzo de 1941 se puso el abrigo, llenó los bolsillos de piedras y se adentró en el río Ouse para darle fin a su existencia y que ésta se fuera con la corriente.  Antes de acabar con su vida dejó dos cartas, una para su hermana Vanessa Bell y otra para su marido Leonard Woolf, las dos personas más importantes de su vida, cumpliendo la premonición de su libro ‘Fin de viaje’ al emplear unas cariñosas palabras a su marido, tal y como hizo la protagonista de su novela antes de morir.

Sus cartas, ensayos y diarios han marcado un legado en la defensa del rol de la mujer en una sociedad machista, una vez que los movimientos feministas fueron cogiendo más fuerza, principalmente en los años 70.

A través de ocho novelas escritas y más de una treintena de libros de otros géneros, Virginia Woolf continúa siendo una de las escritoras más influyentes de la literatura, la autora que más revolucionó la narrativa en el siglo XX y quien además  defendió los derechos de las mujeres a través de sus textos.

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