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Internacional

Un minuto de silencio enmarcó el fin de ETA

Foto: Twitter

Con un minuto de silencio, inició el evento de disolución del grupo separatista Patria Vasca y Libertad (ETA), al cual acudió el ex líder de izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, este viernes en la parte franca del País Vasco.

Señalando que es una fecha histórica, Cárdenas se refirió a las labores de la organización subversiva que buscó la independencia del País Vasco: «Debemos todos congratularnos porque se haya concluido un periodo de lucha armada y se haya entrado en una etapa de paz constructiva».

Para finalizar el breve evento, se dio lectura a la ‘Declaración de Arnaga’, que fue traducida y leída en español, francés, inglés y, por supuesto, en euskera, nombre que se le da a la lengua vasca. Cárdenas realizó la lectura en castellano.

ETA anuncia su disolución para el próximo 4 de mayo

El expresidente del PRD participó en el Encuentro Internacional para avanzar en la Resolución del Conflicto en Euskal Herria, tras el anuncio de la disolución de ETA el día de ayer. Fundada en 1959, su lucha encarnizada contra el Estado español cobró 853 vidas.

El líder de izquierda felicitó a la organización por concluir este periodo de violencia. A este pronunciamiento también se unieron cabezas de oposición de otros países, como Gerry Adams, conocido por dirigir hace décadas Sinn Fein, de Irlanda del Norte.

También estuvo presente el francés Michel Camdessus, exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Estamos al final de un ciclo, pero al principio de otro», dijo Cárdenas frente a otras figuras representativas de la política de izquierda de Occidente. «Los objetivos por los que ha venido luchando el pueblo vasco siguen vivos».

Cárdenas mencionó que la disolución de ETA no cambia la búsqueda de los vascos por la unidad y la expresión de la voluntad soberana de su pueblo. «Esto no cambia la lucha por los derechos y libertades por los que se ha venido luchando todos estos años».

Adelantó que, seguramente, los ex miembros de la organización se dispersarán para unirse a nuevas organizaciones, «buscando una participación individual de muy distintas formas para alcanzar estos objetivos de unidad del País Vasco y del reconocimiento de sus derechos a través de la participación política por las vías institucionales».

A esta reunión también estaban invitados funcionarios y representantes de España y del País Vasco. Sin embargo, no asistió ninguno ni representantes de partidos políticos. Por el contrario, el gobierno de Mariano Rajoy lanzó un ultimátum a los miembros de ETA; advirtió que sus «crímenes no quedarán impunes».

La reunión, realizada en la frontera francesa, fuera de la jurisdicción española, fue convocada por el Grupo Internacional de Contacto (GIC), para «avalar y dotar de credibilidad» la disolución de ETA.

«Hará falta un espíritu de generosidad para curar las heridas y reconstruir una comunidad compartida», leyó Cárdenas. «Por encima de todo, lo que tenemos por delante es un proceso de reconciliación. Con base en nuestra experiencia en conflictos en los que hemos estado involucrados, es algo que requiere mucho tiempo».

El exconsejero del primer ministro Tony Blair, Jonathan Powell, leyó el documento en inglés. Michel Camdesus se encargó de hacerlo en francés. Una joven representante de ETA leyó la versión en vasco, en la parte más significativa de la reunión y en lo que se definió como un gesto para un mejor futuro para las próximas generaciones.

Periódicos locales como El Correo señalaron que durante el evento no se mencionó el pasado violento de la organización terrorista. Asimismo, se criticó la poca asistencia internacional y la poca autocrítica al pasado de ETA por parte de los presentes.

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