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Internacional

Me he reunido con Meade y Anaya; a AMLO no lo conozco: embajador ruso

Foto: Cuartoscuro

El embajador de la Federación Rusa en México, Eduard Malayán, negó cualquier tipo de injerencia en los procesos electorales de cualquier país, empezando por México donde se ha señalado al gobierno de Vladimir Putin de apoyar a Andrés Manuel López Obrador de cara a los comicios de julio.

 

En entrevista con el periódico La Jornada, el embajador Malayán aseguró que Rusia no buscará intervenir de ninguna manera en la elección presidencial. De igual manera, se dijo dispuesto a responder cualquier cuestionamiento por parte del gobierno federal ya que «no tenemos temas cerrados».

 

En concreto, al preguntarle sobre el líder del Movimiento Regeneración Nacional, dijo no conocerlo en persona ni haber sostenido ninguna clase de encuentro con él. No así con sos virtuales oponentes, José Antonio Meade, del Partido Revolucionario Institucional, y Ricardo Anaya, de Acción Nacional.

 

Con el abanderado tricolor se reunió de manera oficial cuando este era el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, al inicio del mandato de Enrique Peña Nieto. Mientras que con el líder de la coalición Por México al Frente sostuvo encuentros en su papel de presidente nacional del PAN.

 

En parte, Malayán atribuye la teoría de la «trama rusa» en México a las campañas y a la lucha política que estas conllevan. Dijo haber hablado con representantes de la clase política y empresarial del país quienes le han dicho lo mismo. Incluso puso como ejemplo las elecciones presidenciales que Rusia celebrará este año, diciendo que los candidatos toman posturas y realizan comentarios con tal de ganar la contienda, algunos de los cuales son buenos y otros no tanto.

 

De igual manera, el embajador se pronunció sobre la investigación que realizan las autoridades estadounidenses para aclarar una posible intervención rusa en las elecciones presidenciales de 2016, en las que resultó victorioso Donald Trump. Así como los comentarios realizados por su secretario de Estado, Rex Tillerson, cuando advirtió a naciones latinoamericanas sobre los riesgos que representan las «nuevas potencias imperiales», Rusia y China.

 

Sobre el llamado «rusiagate», Malayán niega cualquier interferencia orquestada por el Kremlin, y atribuye estas acusaciones a que los estadounidenses aún no terminan de digerir y explicarse a sí mismo la elección de Trump.

 

Mientras que en el plano global, el embajador hace eco de lo previamente dicho por el secretario de Asuntos Exteriores del gobierno ruso, Sergey Lavrov, cuando asegura que son señalamientos infundados y que, cuando la administración de Vladimir Putin ha pedido ver las pruebas han recibido negativas bajo la excusa de que «es material clasificado».

 

Esto, dice Malayán, es parte del desconcierto generalizado de las naciones de occidente por el resurgir de Rusia tras las desintegración de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría. Asegura que las potencias occidentales aún no se acostumbran a que los rusos tengan una voz propia en asuntos globales.

 

Sobre los comentarios de Tillerson, Malayán critica que siga impulsando la Doctrina Monroe, la cual ejemplifica como un niño que dice «mi juguete es mío y el tuyo también»; así como de no acostumbrarse a un mundo multipolar donde Washington no está solo en la toma de decisiones, sino que debe aceptar el contrapeso de Rusia, China, India, la Unión Europea y otras potencias emergentes.

 

Esta es la segunda respuesta que recibe Tillerson luego de sus comentarios, ya que poco después de realizarlo, las autoridades chinas dijeron que Latinoamérica había volteado a ver al gigante asiático por el descontento que genera EU con propuestas como el muro fronterizo o las restricciones migratorias que impulsa Donald Trump.

 

Finalmente, Malayán dice que el gobierno de Moscú respetará y colaborará con quien resulte electo el primero de julio, ya que consideran a México un país con la suficiente madurez y soberanía como para tomar sus propias elecciones. El embajador dice que las acusaciones no afectarán la relación bilateral y espera que esta siga creciendo tras los comicios. Ya que, como él mismo declaró el pasado julio durante las celebración patria en la embajada, «México y Moscú han superado la prueba del tiempo».

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