Connect with us

Internacional

‘Latin Party’ contra racista reúne a neoyorquinos al ritmo del mariachi

Latin Party
Foto: NY Informer/ Twitter/ Todos los ritmos latinos fueron cantados en una fiesta en contra del racismo.

 

Ayer viernes, cientos de personas le cantaron ‘Cielito lindo’ a Aaron Schlossberg, un abogado (ahora desempleado) que lanzó insultos racistas contra hispanos por conversar en español en un restaurante en la ciudad de Nueva York.

En una de las calles de Manhattan, mariachis, sones cubanos, puertorriqueños, peruanos y muchos más fueron lanzados contra las ventanas del departamento Scholossberg, en una «Latin Party» convocada para “educar” a un personaje que en varias ocasiones se le captó propagando odio contra latinos, en apoyo a las políticas migratorias del presidente Donald Trump.

Acusa AMLO a “voceros de la mafia del poder” del rumor de que está enfermo

Y es que en redes sociales circuló el momento en que el abogado entró en cólera cuando escuchó a dos personas hablar en castellano en un restaurante. Además de quejarse con el gerente, advirtió a los hispanos que «esto es Estados Unidos» y que llamaría al  Immigration and Customs Enforcement (Ice), para que los sacara de una tierra donde «se tiene que hablar inglés».

El organizador de la fiesta latina fue Luis Magaña, un estadounidense de ascendencia mexicana que creó una página de Facebook, en la que escribió: «Asumir que todos los hispanohablantes son indocumentados no es solo ignorante sino un poco triste. Sin embargo, los hispanos no son personas tristes y estaremos encantados de educarlo sobre nuestra cultura e idioma lanzando una gran fiesta».

El evento tomó carácter masivo en pocos días. A esta celebración se unió gente de otras etnias, como Moumita Ahmed, quien a través de redes sociales pidió que gente de distintas partes de Nueva York trajera parte de cada una de las distintas culturas que se pueden encontrar en Latinoamérica.

«Es un esfuerzo descentralizado: todos traen su propio sabor. Es una fiesta, entonces vamos a tener música; estoy haciendo una lista de reproducción ahora mismo», dijo en entrevista para el New Yorker.

La franquicia Jade Sixty ofreció tacos en representación de la industria alimentaria. También se entregaron jarritos y tequila, además de otros platillos cubanos, venezolanos e incluso brasileños.

Los organizadores dijeron sentirse indignados de los prejuicios de Schlossberg; entre estos, de que todos los latinos que viven en Estados Unidos viven de «asistencias sociales». Algunos de los organizadores recordaron cuando el abogado insultó a comensales en el restaurante donde fue grabado: «Si tienen las pelotas para venir aquí y vivir de mi dinero… yo pago por su bienestar social», gritó Schlossberg a una empleada.

En redes sociales circularon videos en los cuales se observaba a gente con cámaras cuestionando a Schlossberg en las avenidas, así como los abucheos que el hombre recibió apenas era reconocido en el centro comercial o por peatones neoyorquinos.

Aunque la prensa local ha sugerido que dichas protestas podrían rayar en el acoso, los organizadores del evento expresaron a través de sus redes sociales que pretenden todo lo contrario. «No saldremos afuera de su departamento con horcas  ni cuchillos. Si algo nos gustaría es que él salga, se disculpara y se uniera a nosotros».

EPN: corrupción e impunidad no desaparecen con buenos deseos

El video del abogado, compartido por Edward Suazo y donde se observan los primeros insultos racistas de Schlossberg, cuenta ya con más de seis millones de reproducciones en Facebook.

El eco del caso en redes sociales también se vio reflejado en cientos de fotos de latinos que se unieron a la protesta afuera del departamento donde ocurrió la celebración. «No Spanish, No lawyer lic, No license: Canta y no Llores» fue una de las pancartas alzada por un hombre vestido con la playera de la selección mexicana de futbol, mientras Schlossberg se atrincheraba en su departamento, sin hacer declaraciones.

En cuanto a las consecuencias, todas las cuentas en redes sociales del hombre fueron denunciadas y bloqueadas, así como sus perfiles de trabajo. Su despacho en Manhattan, sin contemplaciones, decidió decirle adiós. Y por los próximos días, habrá mariachis a la entrada de su edificio, y otros hispanos que hacen guardia para protestar, con carteles con sentencias como: «Racism: no bueno» y «Se habla Spanish» en Estados Unidos de América.

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones