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Chispazos

La venezuelización de México: ¿es posible?

Foto: Twitter

Mañana son las elecciones. Si nos basamos en los resultados de prácticamente todas las encuestas, todo parece indicar que las preferencias electorales favorecen con amplitud a Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Desde hace mucho tiempo, los adversarios políticos del candidato tabasqueño han avanzado la idea que, de ganar en las urnas, AMLO convertiría a México en otra Venezuela y lo comparan insistentemente con el fallecido Hugo Chávez. Como he dicho en otras ocasiones, no soy simpatizante de López Obrador, pero creo que esas ideas no se sostienen y no pasan de ser falacias para infundir miedo. Por ello, la intención de este escrito es analizar los factores personal, geopolítico y político, sobre todo viendo hacia delante, en un escenario en el cual López Obrador sería el próximo presidente de México, y sopesar las probabilidades que hay de que nuestro país se venezuelice.

El factor personal

Una de las acusaciones recurrentes contra López Obrador es que convertiría a México en una dictadura. De manera constante, esta lógica lo equipara con el ex militar golpista venezolano Hugo Chávez. No se trata más que de una burda fabricación que tiene poco sustento en la realidad, pero que cobró fuerza con la postura intransigente e intolerante que AMLO ha mostrado en ocasiones, sobre todo en el pasado. Por ejemplo, su frase célebre de “al diablo con sus instituciones” fue tergiversada y bien explotada por la propaganda oficial, reforzando la imagen de que podría ser un dictador. Sin embargo, encuentro diferencias claras entre ambos personajes. La primera es que el venezolano era militar de carrera, mientras que el mexicano emana de un ambiente completamente político. Otro contraste es que Chávez lideró un fallido golpe de Estado en 1992 que lo llevó a prisión por cuatro años; López Obrador, en cambio, nunca ha participado en una asonada ni ha estado encarcelado. Y en este punto radica, justo, la tercera y más importante diferencia entre ambos: Chávez contaba con cierto apoyo del ejército (aunque él mismo, ya siendo presidente, sufrió un intento golpista), mientras que López Obrador no tiene ni ha tenido esa influencia al interior de las Fuerzas Armadas.

Ante este escenario, es más lógico pensar que AMLO estaría más expuesto a un golpe de Estado al estilo venezolano como el sufrido por el entonces presidente Chávez en el año 2002, que fue impulsado por los gremios empresariales de todos los sectores económicos de Venezuela. Así, el verdadero peligro para México, no sería que López Obrador anulara las instituciones ni el Estado de Derecho, sino la posibilidad de un futuro golpe contra él, posiblemente confabulado entre empresarios y militares con el fin de “restaurar el orden”.

El factor geopolítico

En mi opinión, la distancia geográfica es algo que impediría que México se convirtiera en otra Venezuela. A diferencia de Venezuela, que está convenientemente ubicado a varios miles de kilómetros de distancia, México está pegado a Estados Unidos. La máxima porfiriana de “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos” podría ser en este caso, de hecho, una ventaja. Aunque nuestro vecino del norte esté ahora gobernado por Donald Trump, quien está socavando el liderazgo global de su nación y fomentando el proteccionismo, Estados Unidos difícilmente permitiría una dictadura pegada a su frontera sur. Una dictadura en México, al estilo venezolano, representaría el fin de la hegemonía estadounidense y el completo abandono de las doctrinas Monroe y de Destino Manifiesto, que autoproclaman a Estados Unidos como el paladín mundial de la democracia. Estas doctrinas han seguido guiando en gran medida la política exterior de Estados Unidos durante las últimas décadas y están cobrando más relevancia en la era Trump.

El factor político

Desde hace varias décadas existe una política anti-inmigración en todo el mundo, particularmente en las sociedades occidentales y, desde que Trump llegó al poder, se ha recrudecido en Estados Unidos. La cuestión migratoria en Estados Unidos está llegando a un punto sin precedentes, como hemos podido atestiguar en las últimas semanas, con imágenes de familias siendo separadas y niños enjaulados como delincuentes. Una situación política como la que impera en la actualidad en Venezuela causaría en México, entre otras cosas, una crisis económica de grandes dimensiones que provocaría a su vez un éxodo sin precedentes hacia el otro lado de la frontera norte. Esa realidad sería completamente inaceptable, en primera instancia, para el gobierno estadounidense, así como para la base de votantes de Trump. Un éxodo de mexicanos aún mayor al actual echaría a andar toda la maquinaria de la política exterior y, posiblemente, el brazo armado de Estados Unidos para evitar la llegada masiva de inmigrantes. También causaría un mayor descontrol en la frontera mexico-estadounidense al habilitar el fortalecimiento de grupos paramilitares que desde hace ya varios años operan en contra de indocumentados. En un extremo, la llegada masiva de inmigrantes podría, incluso, dar pie a una ocupación estadounidense de la franja norte de México. En pocas palabras, una dictadura en México con las características venezolanas crearía un severo deterioro (mucho mayor que el actual) en la relación bilateral.

Tras el planteamiento de estos posibles escenarios, en los tres diferentes niveles —personal, geopolítico y político— me parece sumamente difícil que la experiencia venezolana se repitiera en México con la eventual llegada de López Obrador al poder. En breve, y en mi opinión, la venezualización de México es posible, pero muy poco probable.

* Periodista y consultor con estudios de doctorado en Relaciones Internacionales en la London School of Economics and Political Science. Creador de ColoniaExpert, sitio de información, referencia y estadística sobre las colonias de la CDMX.
https://www.pymes.consulting/ – https://www.colonia.expert

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