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Internacional

La ola que no se detiene

Capitolino en Argentina
Foto: Especial

Por Maricarmen Gutiérrez

El día de 8 de agosto, la marea verde alcanzó diversos lugares en América Latina; el mundo volteó a ver al Sur. La legalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación se debatió en Argentina.

La ola verde alcanzó a tocar a México. Miles de mujeres salieron a las calles para apoyar a sus hermanas argentinas, para decirles que no estaban solas y que, al igual que ellas lo lograron en el 2007 en la Ciudad de México, la legalización de aborto en Argentina sería una realidad.

Por desgracia esto no fue así: con 31 votos a favor y 38 en contra, en su mayoría de hombres, la legalización del aborto no se dio bajo el Capitolio en Buenos Aires.

En Argentina aún es ilegal abortar sin no eres una mujer que ha sido violada o si tu vida no corre riesgos de salud. Por lo demás, las argentinas están obligadas a dos caminos en caso de estar embarazadas y no desearlo: abortar clandestinamente en casa o en alguna clínica fantasma, arriesgando “las dos vidas”; o pasar a engrosar la larga fila de maternidad no deseada. Si acaso, hablamos de una tercera opción que es llenar los orfanatorios que de por sí no se dan abasto en ningún país de América Latina.

El mundo está buscando una transformación, una que pretende darle visibilidad ha llamado “ejercito invisible”, a aquellas que nunca fueron vistas y mucho menos tomadas en cuenta para decisiones que marcaban su cuerpo, sus metas y todas sus expectativas de vida. La capacidad de decidir siempre fue recortada por personas que no eran ellas y que mucho menos entendían sus necesidades, sueños o anhelos.

En México este ejército se ha fortalecido cada día más al igual que sus contrincantes. La muestra se dio el día 08 de agosto, con miles de mujeres en las calles, oficinas, casas o transportes públicos; uniformadas, portando un pañuelo, un listón o alguna prenda verde. Mostrando su apoyo hacia
las mujeres que quieren abortar de manera segura.

Varios contingentes se organizaron y marcharon en diversas partes de la República mexicana. El movimiento más grande y fuerte se dio en la Ciudad de México. La cita fue en el Ángel de la Independencia para partir a al Monumento a la Madre e integrar al colectivo que llegaba desde Ciudad Universitaria, en transporte público y que pretendía terminar en el Hemiciclo a Juárez con el discurso de representantes de grupos feministas.

Durante el trayecto se colocaron pañuelos verdes a las esculturas femeninas que adornan la alameda central.

En su mayoría mujeres, gritando, bailando, haciéndose visibles en las calles de la capital, apoyaban la legalización del aborto al grito de: “Que siga siendo ilegal no hará que dejen de abortar, solo lo volverá más riesgoso”, “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, “hay que abortar, hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal”. Esas eran algunas de las consignas que se coreaban con unanimidad entre las asistentes.

La marea avanzaba de manera pacífica y parecía no tener fin. Y todas estaban unidas bajo un mismo deseo: aborto legal y seguro para aquellas que lo ejercieran. La consigna no solo era para el gobierno argentino sino también para el gobierno mexicano, quien aún no ha sido capaz de garantizar un aborto seguro a nivel federal.

En las calles sin duda alguna ganó el sí y como lo recalca el senador argentino Fernando Solares, no hay una derrota sino una victoria pues la consigna de las argentinas así como de todas las mujeres en América Latina se ha escuchado. Se perdió por solo siete votos frente a una mayoría de varones que representan a territorios con gran influencia católica.

La marea verde no se detendrá, en un año más este debate volverá al senado argentino y en septiembre tomara las calles de México nuevamente para garantizar un aborto seguro a todas las mujeres mexicanas. Va por la capacidad de decidir, por una maternidad deseada y planeada, porque a ninguna mujer se le puede obligar a abortar pero tampoco a ser madre.

Y como dice la consigna que ellas gritaron: “Alerta, alerta, aleta al que camina, la lucha feminista por
América latina y tiemblen y tiemblen los machistas, que América latina será toda feminista”.

‘La ola verde’ también recorre la Ciudad de México

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