Connect with us

Estados

‘Dinastías republicanas’ buscarán gubernaturas de estados clave

Foto: Especial

Ayer, el Partido de la Revolución Democrática en el estado de Morelos confirmó que su candidato a gobernador será Rodrigo Gayosso, hijo adoptivo del actual mandatario Graco Ramírez-Garrido. Este movimiento continúa la tendencia de este proceso electoral en el que el titular de un gobierno estatal se encuentra relacionado con su posible sucesor.

Los Ramírez-Garrido de Morelos 

Rodrigo Gayosso Cepeda se presentó como precandidato único ante el perredismo morelense, el cual le brindó un respaldo total al nombrarlo su candidato a Gobernador, cargo que buscará ‘heredar’ de su padrastro, Graco Ramírez-Garrido.

 

Rodrigo Gayosso y su padrastro, Graco Ramírez Foto:Redes

 

Graco llegó al gobierno estatal tras la debacle panista de 2012, cuando se convirtió en el primer representante del Partido de la Revolución Democrática al frente de la entidad, la cual se encontraba bajo el mando de Acción Nacional desde el inicio del Siglo XXI cuando se quedaron el entonces bastión del Partido Revolucionario Institucional.

El sexenio perredista se ha visto envuelto en polémica debido a su administración. Quizá el caso más sonado, pero no el único, sea el del socavón en el paso express de Cuernavaca, y el cual desató una guerra de declaraciones entre el gobierno estatal y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal. Lo cierto es que Graco Ramírez ha mantenido una relación de confrontación con diferentes sectores del estado: la Iglesia, la Universidad y los principales actores políticos.

Tras no concretarse la coalición con Acción Nacional, el peso del PRD en Morelos recaerá en Gayosso, cuyas aspiraciones ya han sido cuestionadas por sus virtuales oponentes, empezando por el alcalde de Cuernavaca y ex-futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo. El abanderado del Partido Encuentro Social y la coalición Juntos Haremos Historia ya ha declarado que «el hijastro de Graco me tiene miedo» y arranca en la cima de las encuestas.

Los Yunes de Veracruz

En la entidad, la alianza PAN-PRD se ha visto consolidada en el mandato de emergencia de Miguel Ángel Yunes Linares. Tras perder las elecciones estatales de 2010 frente a Javier Duarte de Ochoa como candidato de Acción Nacional, tuvo su revancha cuando la corrupción del priista provocó la derrota del Revolucionario Institucional den el estado en 2016.

 

Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre, Yunes Linares. Foto: Especial

 

En esta ocasión, el germen de lo que terminaría volviéndose la coalición Por México al Frente puso fin a casi 9 décadas de gobernadores tricolores en Veracruz cuando venció a su primo, Héctor Yunes Landa, en las casillas. Desde entonces, Yunes Linares se ha enfocado en el proceso legal contra Duarte de Ochoa; en el tema de seguridad ha visto cómo en los índices de seguridad el color rojo se intensifica. Aunque también se ha visto envuelto en escándalos como el de su reloj “millonario”.

Mientras tanto, su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez se desempeñaba como alcalde de Boca Del Río y no ocultaba su interés en heredar la silla de gobernador de su padre. Finalmente, inició el proceso electoral como precandidato único del PAN. Yunes Márquez buscará mantener el estado ganado por su padre de la misma manera: en coalición con el Sol Azteca.

Este 2018 el rival a vencer no parece ser el PRI, quien optó por un candidato con el mismo apellido, José Francisco Yunes Zorrilla, pero sin parentesco conocido. En cambio, el ímpetu ganado por el Movimiento Regeneración Nacional se presenta como la mayor amenaza para el bastión Yunes en la figura de Cuitláhuac García, quien también compitió en la elección extraordinaria ganada por el patriarca de la familia.

El pique entre los Yunes y Morena ha trascendido el plano político y escurrido al familiar. Poco después de tomar posesión, Yunes Linares se enfrascó en una guerra de declaraciones con el líder del partido, Andrés Manuel López Obrador, y ambos se han acusado mutuamente de actos de nepotismo e imposición en favor de sus vástagos.

 

Los Moreno Valle de Puebla

Uno de los primeros impulsores del entonces Frente Amplio y los gobiernos de coalición es el ex-mandatario de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien llegó al puesto estatal impulsado por el PAN, PRD Convergencia y Nueva Alianza.

Rafael Moreno Valle & Martha Erika Alonso. Foto: CUARTOSCURO

Él mismo es continuador de una dinastía, al portar el nombre y cargo del otrora mandatario de Puebla por el PRI. Una vez llegado al poder, Moreno Valle tomó los gobierno de coalición como una de sus banderas, buscando implementarlos a nivel federal. Con esta lógica, «Rafa» comenzaba a coquetear con una posible candidatura presidencial.

 

Su administración ha sido criticada por la proliferación del robo de hidrocarburos, conocido como ‘huachicol’, y los feminicidios, así como por la polémica Ley Bala que avalaba el uso de armas de fuego para defensa personal. Aunque el escándalo más fuerte llegó cuando se le involucró en la conspiración de espionaje en contra del círculo cercano del senador Ernesto Cordero.

Estas controversias no impidieron que Moreno Valle iniciara la búsqueda del Frente PAN-PRD para las elecciones de 2018 con el como candidato a Los Pinos, y durante varios meses se especuló sobre una posible contienda interna entre él y la ex-primera dama Margarita Zavala de Calderón. Sin embargo, el presidente nacional de Acción Nacional, Ricardo Anaya, se adelantó a sus aspiraciones. A principios de año, Moreno Valle decidió «no ser un estorbo» para la candidatura de Anaya Cortés.

A dos años de pasar la gubernatura a Antonio Gali, Moreno Valle busca volver como Primer Caballero de Puebla, luego de que se anunciara a su esposa Martha Erika Alonso como precandidata de la coalición Por Puebla al Frente. La pareja imperial se enfrenta a la popularidad de Miguel Barbosa Huerta, senador con licencia del Partido del Trabajo respaldado por la coalición Juntos Haremos Historia que lidera López Obrador.

 

Factor AMLO

En los tres estados mencionados, la fuerza política de los mandatarios se medirá este próximo primero de julio ante la popularidad de la coalición Juntos Haremos Historia que, valiéndose de la posición de la que goza su candidato presidencial, ha logrado posicionar a los candidatos de Morena, PES y PT al frente de las encuestas. Por lo que se espera una batalla cuesta arriba para aquellos llamados a ocupar los cargos estatales.

Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones