Connect with us

Cultura

Cineteca Nacional exorciza a cinéfilos

La nueva temporada del ciclo Clásicos en pantalla grande de la Cineteca Nacional comenzó, y se exhibe este sábado 14 y domingo 15 de octubre la más famosa cinta de terror de todos los tiempos, The Exorcist, de William Friedkin, filme de culto instantáneo desde su estreno el 26 de diciembre de 1973.

 

En 2015 la Cineteca Nacional lanzó Clásicos en pantalla grande, una magnífica opción para que los cinefilos puedan tener acceso al mejor cine de todos los tiempos y de todos países. El éxito de la iniciativa fue inmediato e incluso ha desbordado la taquilla con películas como Alien, de Ridley Scott, que tuvo que ser proyectada durante varias semanas, ya fuera del ciclo, dada la demanda de boletos.

 

Durante las ya seis temporadas del ciclo los cinefilos han podido disfrutar, algunas veces por primera vez en pantalla grande, de clásicos de Marcel Carné, Jean Renoir, Jean-Luc Godard, Robert Bresson, Roman Polansky o de maestros hollywoodenses como Victor Flemming o latinoamericanos como Tomás Gutiérrez Alea, con películas como Les enfants du paradis, La grande ilusion, Cero en conduit, Pierrot le fou o Le mépris, Pickpocket, Chinatown, Gone with the wind o Memorias del subdesarrollo.

 

Las únicas funciones de The Exorcist en Cineteca son este sábado 14 a las 20 horas y el domingo 15 a las 18 horas. La película coincide con otro clásico de Hollywood, Blade Runner (1982), de Ridley Scott, que se exhibe en sus salas a la par que su secuela Blade Runner 2049.

 

Con la interrupción del ciclo tras el terremoto del 19 de septiembre pasado que obligó a cerrar las puertas de la Cineteca por una semana para revisión de instalaciones, que además se volvieron centro de acopio de ayuda solidaria para los damnificados del desastre en Ciudad de México y los estados, la serie se relanzó con el clásico de Renoir La grande ilusion y ya encarrerada se exorciza este fin de semana con la cinta protagonizada por Linda Blair, Max von Sydow, Ellen Burstyn y Jason Miller.

 

The Exorcist se convirtió de inmediato en los setenta en un éxito, a tal grado que en todos los países donde se estreno pululaban historias de desmayos en las salas de cine, gente con crisis nerviosas y llamados a misa. Para quienes nacieron en esa década las oportunidades de ver las magníficas actuaciones de los cuatro protagonistas principales y del mismísimo demonio materializado en la posesión de Blair ha sido casi imposible, al menos en México donde sólo se pudo ver en la década pasada cuando se estrenó la versión alargada de 132 minutos, diez más que la original, “con escenas nunca vistas” como la famosa secuencia de “la araña” (Blair poseída baja las escaleras a cuatro patas).

 

El filme aborda una historia supuestamente verídica de los años 40 sobre la posesión demoniaca de una adolescente, quien para salvarla es sometida a un exorcismo católico. En la película, la joven Regan MacNeil (Linda Blair), hija de la actriz Chris MacNeil (la sensacional Ellen Burstyn, nominada al Oscar), llega a la pubertad de la mano de un demonio que se posesiona de ella. Después de pasar por varios neurólogos y siquiatras, la madre recurre a un sacerdote católico en crisis de fe, de origen griego, siquiatra y aficionado al box, el padre Carras (Jason Miller), que a su vez acude al padre Lankester Merrin, viejo conocido del demonio, que en sus tiempos libres es arqueólogo y exorcista.

 

Friedkin llevó a la pantalla el guion de William Peter Blatty basado en su propia novela homónima de 1971, convertida en un bestseller mundial. El autor aseguró entonces que la historia estaba basada en un caso real de posesión diabólica y exorcismo. En la producción, plagada de incidentes extraños y muertes de actores, todo estaba destinado a convertirse en memorable, desde las míticas actuaciones de Von Sydow, Miller, Burstyn y especialmente de Blair, hasta el tema musical de Tubular Bells, de Mike Oldfield, la incidental del compositor polaco Krzysztof Penderecki, cuyas obras también han sido acogidas por otros cineastas como Stanley Kubrick (The Shinning) o David Lynch (Inland Empire).

 

Entre las curiosidades de la cinta, más allá del morbo fanático que desataron las muertes de los actores Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros durante el rodaje o la maldición que pesó sobre la actriz Linda Blair que no logró jamás superar el éxito de El Exorcista que la poseyó como su demonio personal, la película se ha venido consolidando como un clásico que, además de sus inefables secuelas y hasta precuelas a lo largo de cuatro décadas (la última es de 2005 Dominion), creó su propio género en Hollywood con versiones más o menos afortunadas como The Exorcism of Emily Rose, The Rite o Deliver Us from Evil o Stigmata, aunque en ésta la posesión a Patricia Arquette es obra de un santo.

 

De los protagonistas principales sólo ha muerto Jason Miller, el 13 de mayo de 2001, de un infarto al miocardio, igual que como murió en The Exorcist el padre Merrin interpretado por Max von Sydow, nacido en 1949 y quien todavía vive y sigue filmando con otra maldición sobre su carrera: a pesar de su larguísima lista de películas con actuaciones extraordinarias bajo la dirección de genios como Ingmar Bergman, John Huston, Woody Allen, Martin Scorsese o David Lynch -y hasta Arturo Ripstein-, sólo ha tenido dos nominaciones al Oscar, por Pelle erobreren (Pelle el conquistador, 1987), de Bille August, y por Extremely Loud and Incredibly Close (Tan fuerte y tan cerca, 2011), de Jonathan Safran.

 

Otro deceso la década pasada, en 2005, fue el del mexicano Gonzalo Gaviria, creador de los efectos especiales de The Exorcist, entre ellos la escena en la que la cabeza de Linda Blair poseida gira 360 grados o los efectos de sonido, que le valieron uno de sus dos Oscares a la película. Gaviria trabajó en clásicos del cine mexicano como Los olvidados, de Luis Buñuel, La montaña sagrada, de Alejandro Jodorowsky, El rincón de las vírgenes, de Alberto Isaac, o Mecánica Nacional, de Luis Alcoriza.

 

Una curiosidad más paralela a la cinta de The Exorcist: Jason Miller, el padre Carras, también fue escritor y de hecho ganó un Pulitzer en 1973 en Drama por That Championship Season.

Leer más
Publicidad


Síguenos en Facebook

Publicidad

Síguenos en Twitter

Recomendaciones