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Internacional

30 tiroteos masivos en lo que va de 2018 en EU

Foto: Especial

Ayer, Estados Unidos vivió su más reciente episodio de violencia cuando un joven de 19 años desató un tiroteo en una preparatoria de Florida. La escalofriante cifra de 17 muertos palidece ante los 29 tiroteos que se han registrado en el país tan solo en 2018. Sin embargo, las autoridades estadounidenses siguen sin considerar una relación entre estos números y las leyes en materia de armas de fuego.

 

La administración de Donald Trump ha dejado en claro, desde que el magnate comenzó a buscar la candidatura del Partido Republicano, que «protegería la Segunda Enmienda» de la Constitución de EU, la cual avala el derecho de los ciudadanos a portar armas de fuego. Comentarios como ese le valieron el apoyo de la National Rifle Association, grupo de protesta que lucha por desregularizar aún más la industria armamentística y prohibir cualquier tipo de restricción a los ciudadanos para adquirir un arma sin importar el calibre de la misma.

 

 

Mientras tanto, la sociedad estadounidense sigue conviviendo de manera cotidiana con los atentados de armas de fuego. De acuerdo con la organización sin fines de lucro Gun Violence Archive, tan solo en 2017 hubo 346 tiroteos -lease atentados donde al menos 4 personas murieron a manos de un agresor en un lapso de tiempo y un lugar determinados.

 

Contando esta cifra en el total, es decir, incluyendo tiroteos accidentales, en defensa propia, por allanamiento de morada o que involucraban a agentes de la ley, el número de incidentes llega hasta 61,497. Esta estadística se traduce en 15,590 muertes en un año.

 

Parece que la tendencia se mantendrá al alza en 2018, ya que en el primer mes y medio del año se han registrado 6,560 incidentes con arma de fuego, incluyendo el de la preparatoria de Florida así como otros 29 tiroteos masivos. Dejando 1,821 muertos.

 

Mapa de los incidentes con arma de fuego en 2018 – Gun Violence Archive

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De hecho, el día de la toma de posesión de Donald Trump se registraron 2 incidentes con armas de fuego, y tres más al día siguiente. Dejando un saldo de 3 muertos y 21 heridos tan solo en las primeras 48 horas de la administración Trump.

 

Quizás los dos tiroteos masivos más sonados durante el primer año de Trump en la Casa Blanca fueron el perpetrado por un «lobo solitario» identificado como Stephen Paddock en Las Vegas, el primero de octubre durante el festival Route 91 Harvest, que dejó a 58 muertos y 851 heridos.

 

De igual manera, se recuerda el de la iglesia de Sutherland Springs, Texas. En esta ocasión perdieron la vida 26 personas. Sin embargo, el presidente Trump, quien se enfrentaba a su primer tiroteo, minimizó el papel que jugaron las armas en el incidente ya que el tirador, David Patrick Kelly de 26 años, fue abatido por un civil armado. Incluso sentenció que de no ser por la segunda enmienda, habrían sido cientos y no decenas de muertos.

 

Este comentario hizo eco del que realizó Trump, en ese entonces candidato presidencial, luego de la masacre del centro nocturno Pulse en Orlando, Florida. Tras agradecer las «felicitaciones» por predecir una masacre de este tipo a manos de un musulmán radicalizado, el magnate se apresuró a decir que este evento se habría evitado si alguno de los asistentes al lugar hubiera tenido un arma con la cual defenderse.

 

 

El problema no solo afecta a Estados Unidos. El comercio ilegal de armas para reforzar al crimen organizado en México y otros países al sur de la frontera es el contrapeso al narcotráfico que lleva millones de dólares en droga a la unión americana.

 

La solución más sencilla, la regulación de la compra-venta de armas, parece no ser una opción. Las autoridades emanadas del Partido Republicano han dejado en claro que no apoyarán nada que atente contra su derecho constitucional, ya sea restringir el acceso a armamento automático y semi-automático de alto calibre, elaborar un registro nacional de armas de fuego en circulación, realizar estudios de antecedentes y perfiles psicológicos de quienes buscan hacerse con una de estas piezas, o, simplemente, decretar un mínimo de tiempo para adquirir un arma.

 

De igual manera, los políticos y afines a los republicanos y a la NRA critican que situaciones como la vivida en Florida se utilicen de manera política para «impulsar la agenda liberal» que busca atentar contra la Constitución. Así como, se acusa a las enfermedades mentales como las verdaderas responsables de los hechos.

 

La tendencias son claras. Cada año EU rompe sus propios récords en materia de violencia con armas de fuego, y mientras los funcionarios del gobierno defienden sus bastiones y posturas al respecto, la sangre sigue corriendo.

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